El Hospital Universitario Virgen de las Nieves ha realizado por primera vez en Granada una compleja intervención quirúrgica por la que se ha extirpado un tumor maligno de esófago y se ha sustituido con tejido del estómago.
Un equipo de profesionales de la unidad de cirugía esofagogástrica ha implantado esta técnica que combina la toracoscopia y la laparoscopia para el tratamiento de patologías tumorales del esófago mediante lo que se denomina un abordaje mínimamente invasivo. Para poder realizar este complejo procedimiento, los cirujanos han recibido una formación progresiva a lo largo de los últimos diez años con técnicas básicas previamente ensayadas en laboratorio de cirugía experimental del hospital granadino así como asistencia a cursos externos.
Las ventajas de este tipo de intervención para el paciente son varias ya que minimiza las complicaciones cardiorrespiratorias, ofrece mayor calidad de vida y menor estancia hospitalaria, entre otras. Este tratamiento beneficiará en torno a 15 pacientes al año debido a lo poco frecuente de estos tumores. Hasta ahora se trataban con cirugía abierta por laparotomía.
Este procedimiento se realiza en tres fases y para ejecución es fundamental la implicación y destreza de los profesionales de Anestesiología, y la colaboración del resto de profesionales de enfermería, auxiliares de enfermería, celadores y limpieza , ya que durante la operación al paciente se le coloca desde distintas posturas mientras permanece anestesiado e intubado.
Técnica quirúrgica
En primer lugar se lleva a cabo la cirugía toracoscópica en la que el paciente se coloca boca abajo con ventilación selectiva y se realizan tres incisiones en el hemitórax derecho.
Por una de ellas se introduce una cámara y por las dos restantes las pinzas de trabajo. Ello permite la visualización directa para despegar el esófago y el tejido linfograso circundante de los órganos adyacentes como aorta, corazón, tráquea y bronquios.
Una vez liberado el esófago, se coloca al paciente boca arriba y se efectúa la laparoscopia a través de cinco orificios en el abdomen para acceder al estómago y confeccionar un tubo gástrico que servirá de sustituto del esófago.
Por último, se hace una incisión en el cuello para liberar el esófago cervical y ascender el esófago torácico y el tejido reparador procedente del estómago. Se extirpa el esófago enfermo y se une el esófago cervical con este tejido estomacal para así restablecer la continuidad del aparato digestivo.