Koen Augustijnen trae a Granada ‘Au-delà. Ritmo de jazz’ con la música de Keith Jarret y Walter Augustijnen, para el nuevo espectáculo de una de las piezas maestras de los Ballets C de la B, la extraordinaria factoría de baile creada en 1984 por Alain Platel. Las representaciones son 6 y 7 de marzo a las 21h en el Teatro Alhambra de Granada.
Koen Augustijnen forma parte de esa fructífera factoría de bailarines y coreógrafos que son los Ballets C de la B fundados en 1984 por Alain Platel y de los que han surgido muchas de las figuras más importantes de la danza-teatro europea, participando todos de una filosofía común: la de permitir que artistas de diversas disciplinas participen en un dinámico proceso creativo.
De sus filas han salido coreógrafos/as que después han volado solos como Sidi Larbi Cherkaoui o Hans Van de Broek o creadores como nuestro coreógrafo que no ha dejado el manto protector de estos ballets tan singulares.
La mayoría de los bailarines que participan en Au-delà, entre ellos el propio Koen Augustijnen, ya han cumplido los 40. Sus cuerpos contienen la carga de un pasado. Sus historias son una búsqueda de lo que todavía pueden y quieren contarnos después de tantas experiencias, lesiones y años repletos de sudor. Con humor y toques absurdos, sin relativizar la fuerza del tema.
Este espectáculo trata de la búsqueda personal de amor y de consuelo de seis hogares unipersonales en un extraño universo. Estos personajes viajan entre sus elecciones y sus dudas. Los malentendidos no son gratuitos. Se sitúan en un mundo desconocido, una especie de “más allá”, en el que el tiempo y el espacio son diferentes. Intentan romper con el pasado. En ausencia de grandes ideologías o religiones susceptibles de servirles de referencia, solo pueden contar consigo mismos. Cada uno posee una libertad ilimitada pero por el contrario se ven obligados a tomar decisiones. ¿Tiene límites el individualismo?, ¿se puede aún establecer contacto con un grupo?
Au-delà evoca la tensión, por una parte, entre el individuo y el grupo y, por otra, entre la realidad y la imaginación. Es la búsqueda de una forma innovadora con un nuevo equipo de bailarines distintos de los que ya habíamos conocido, unos bailarines con una personalidad aplastante.
Con su elección de música jazz, Augustijnen vuelve a la música de su juventud. Se han cortado las grabaciones antiguas para remasterizarlas con sonidos electrónicos, creando un ambiente enrarecido y sorprendente.
“Algunos dirán que estoy demasiado mayor para bailar, pero este cuerpo ‘viejo’ ha almacenado una cantidad enorme de impresiones. Así que podrá ser más lento y tener un poco menos de Sturm und Drang que la fuerza pura de un bailarín joven, pero a cambio ofrece profundidad, vulnerabilidad y matices. En ese sentido, Au-delà se convierte en una confrontación con sueños que determinan nuestras vidas y los deseos que albergamos.”
Seis personajes llegan a un lugar indefinido. Au-delà empieza como un sueño sorprendente, en donde no parece haber lugar para el dolor o la pena. Hay otra lógica. Del revés, hacia atrás y al contrario son las normas. Alguien da un beso a la manzana de Adán, no en los labios. Alguien dirige una orquesta de hormigas. Hay una parte del cuerpo que no funciona. Las emociones y los recuerdos se vuelven a sentir. Pero son totalmente conscientes de que están vinculados los unos a los otros de tal forma que hasta lo más nimio que hagan por otra persona tiene una repercusión para todo el conjunto. Un pequeño gesto puede expandirse, como los anillos que provoca una piedra al caer en el agua.
“Me choca que en nuestro mundo tan frenético y práctico haya simultáneamente un deseo renovado de lo trascendental. Yo mismo me centro en fantasías sobre otro mundo posible, donde la música tenga un papel importante.”
Con su elección de música jazz, Augustijnen vuelve a la música de su juventud. Se han utilizado las grabaciones antiguas para remasterizarlas con sonidos electrónicos, creando un ambiente enrarecido y sorprendente.