El portero Roberto Fernández está sufriendo un auténtico calvario esta temporada. Ante la persistencia en sus dolores de espalda ha sido sometido a mediodía de hoy a un tratamiento basado en una técnica conservadora denominada discolisis. Aunque esta práctica basada en una punción en la zona afectada ha sido realizada en el quirófano, por ahora se descarta otra intervención mayor. Con ello se persigue minimizar sus molestias y agilizar la vuelta a la competición. Su recuperación, fijada por el club en principio en veinte días, irá en función de su evolución.
En plena madurez, en el año que debía servir para asentarse por fin en primera división, una contratiempo inesperado se ha cruzado en su camino y le ha mandado a la lona: la lesión lumbar que sufre ha vuelto a apartarle de los terrenos de juego y no sólo será baja en el Calderón sino que al menos se perderá los tres o cuatro próximos partidos. Por tanto, el tiempo de recuperación aún es una incógnita y todo dependerá de cómo evolucione.
Los médicos del club han optado por esta drástica medida al comprobar que los tratamientos más conservadores no estaban dando el resultado esperado, sobre todo una vez que el guardameta estuvo un mes entero dedicándose en cuerpo y alma a recuperarse de sus molestias. Cuando parecía que ya estaba listo para jugar, la lesión reapareció en Pamplona y los síntomas no son los más esperanzadores a corte plazo.
De hecho, la pasada semana, aprovechando que estaba sancionado y no podía jugar frente al Valencia, se puso en manos del fisioterapeuta Javi Ávila a tiempo completo. El portero apadrinó el pasado viernes el acto de presentación de la tarjeta de crédito del Granada y su rostro reflejaba una enorme preocupación. En una conversación informal, aseguró que “la lesión ha dado un paso atrás, estoy bastante fastididado”.
La dirección deportiva también está muy preocupada ante esta situación tan adversa como imprevisible. El Granada se va a jugar mucho en las próximas jornadas y el rendimiento de Julio César está generando dudas. Aunque sus problemas lumbares vienen de lejos, cuando realmente se lesionó esta temporada fue en el Santiago Bernabéu el pasado 7 de enero, al estirarse para intentar detener un remate de cabeza de Sergio Ramos.