Salobreña reelige a sus representantes en la Mancomunidad tras una sentencia

Tras una votación secreta, han sido elegidos Gonzalo Fernandez Pulido, MªCarmen Callejón, por el PSOE y Javier Ortega, miembro no adscrito.

Salobreña ha llevado a cabo hoy un pleno extraordinario para designar a los representantes de la Mancomunidad municipios de la Costa Tropical dando cumplimiento a la sentencia del juez que, a instancias del PP, anuló dichos acuerdos y obligaba a designar los vocales según criterios de proporcionalidad como los que rigen para la propia composición del Pleno. El Alcalde, por tanto decidió convocar dicha sesión a pesar de que la sentencia no es firme y está recurrida ante el TSJA.

Así,durante el pleno y tras las intervenciones de los portavoces, Fernandez Pulido, basándose en el auto de la propia sentencia que establece que esta puede “violentar la más elemental libertad de los concejales, pero que no pretende imponer el sentido del voto a ningún de ellos”, decidió, acongiéndose a los reglamentos de funcionamiento tanto del ROF como del ROM, la votación secreta como método de elección de los representantes.

Los concejales han ido depositando su voto en una urna, y tal como estaba previsto los dos propuestos por el PSOE, Gonzalo Fernández y MªCarmen Jimenez han obtenido la mayoría absoluta requerida en primera votación, no así el portavoz del PP que han conseguido cuatro votos.
Al no obtener la mayoría absoluta necesaria para el tercer representante, se ha pasado a una segunda votación, ya por mayoría simple, siendo elegido por nueve votos, Javier Ortega Prados, miembro no adscrito.

Durante sus intervenciones Fernández Pulido acusaba una vez más al PP de no aplicar el mismo rasero cuando se trata de Motril, ya que en dicho Ayuntamiento se ha utilizado el mismo sistema de elección que denuncian en Consistorios como Salobreña, Almuñécar o Albuñol, ya que sus cinco representantes son del PP. Para el primer edil salobreñero los populares están judicializando y enmarañando la vida política y provocando con ello una parálisis en el ente supramunicipal que impide que se lleven a cabo las obras con cargo al canon de mejora u otros asuntos igualmente de interés.