“Debemos de dejar de mirarnos al ombligo y huir de los frentismos, huir de la confrontación y de la soberbia que nos impide ofrecer y pedir perdón y aprender la sagrada lección. Y si queremos puerta, tenemos que tener al perdón la nuestra siempre abierta” con este mensaje comenzaba Miguel Vicente Prados la presentación del cartel de su hermandad, La Lanzada. Ni una sola palabra vacía, su presentación estuvo cargada de sentimientos y algunas vivencias, pero sobre todo de mensajes y lecciones de buen cofrade.
Maestro y cofrade, así lo definía el encargado de presentarlo, Javier Sierra, quien en una emocionante alocución recordó las raíces familiares y albaicineras que a ambos les unen. Así como el momento en el que hace ya 5 años le pidió que le ayudase en la labor de dirigir el paso del crucificado de La Lanzada, entrando así de lleno a formar parte de la hermandad..
Miguel hizo hincapié en la importancia de valores como la humildad en el mundo cofrade “Cristo no llevó, siendo rey de reyes, ningún cetro ni corona, ahí lo vemos, no queramos nosotros llevarla en nuestra insignificancia siendo mucho menos”. Humildad también la de su hermandad zaidinera “Somos una hermandad humilde y también, por qué no decirlo, pobre, pero en la pobreza tenemos nuestra grandeza”
La instantánea elegida para el cartel, de Rocío Martínez, muestra al crucificado de La Lanzada sobre un fondo negro y en la parte inferior del mismo reza un sencillo “Lanzada 2012”.
El presentador también tuvo espacio para recordar a Antonio Bueno, cofrade de la corporación y compañero de Miguel en la Junta de Gobierno, que nos dejó el pasado mes de Septiembre. Visiblemente emocionado Miguel recordó la entrega de Antonio y como esté estuvo trabajando por la hermandad hasta el último día.
Durante la presentación que duró algo más de veinte minutos, también hubo tiempo para la sorpresa, cuando para asombro de los presentes salía a cantar una magistral saeta el cantaor granadino Juan Pinilla.
Al acto que se celebró en la parroquia de Los Dolores, acudieron numerosos cofrades, así como representantes de otras hermandades como el Santo Sepulcro, y La Aurora. Todos los presentes ovacionaron con un sentido aplauso que se prolongó durante varios minutos al presentador por su magnífica presentación.