El subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, ha considerado que es “irrenunciable” que la estación del AVE se sitúe en el “corazón de la ciudad” de Granada, y apunta que si se deciden otras ubicaciones éstas deberían ser “transitorias” y no “definitivas”.
“No podemos renunciar a una estación en el centro de Granada. Aparte de lo que se negocie, Granada debe mantener la llegada del AVE en el corazón de la ciudad”, ha indicado Pérez en una entrevista con Europa Press, en la que ha admitido también que el proyecto de estación de Rafael Moneo “se queda un poco lejos económicamente” y supondría una inversión que no podría asumirse en la situación actual.
“Yo no puedo decir que haya que desecharlo, porque el proyecto me merece todo mi respeto, y más cuando se trata de un arquitecto como Moneo, pero creo que no estamos en disposición de hacer esa inversión”, ha dicho.
El Gobierno, según ha afirmado, tiene la intención de que el AVE “no sufra ningún retraso” y cuenta con “varias propuestas” para la construcción de la estación, sin que ninguna de ellas esté cerrada. Pretende, según Pérez, “buscar la mejor solución para Granada”, y está haciendo una “importante inversión” para que la alta velocidad llegue “cuanto antes”. Según el subdelegado, el principal obstáculo es la variante de Loja, “el tramo que más preocupados tiene a los técnicos” y que está condicionando todo el trazado.
El asunto de la llegada del AVE y su integración en la ciudad será uno de los que trate la ministra de Fomento, Ana Pastor, en la visita que está previsto que haga a Granada “en las próximas semanas”. También valorará, según ha indicado Santiago Pérez, el proyecto de conexión de la costa con el Corredor Ferroviario Mediterráneo y la situación en la que se encuentra la A-7 y los tramos que quedan pendientes.
“Hay una voluntad decidida del Gobierno de impulsar la construcción de la A-7 y terminarla para esta legislatura”, ha asegurado el subdelegado, que ha recordado que la ministra ya ha indicado que esta autovía es una “prioridad” para Mariano Rajoy.