La Archicofradía de María Auxiliadora estrenó anoche un retablo cerámico de pequeñas dimensiones en el Realejo, en la calle Varela, a la altura de Cocheras de San Matías. El acto fue breve pero emotivo, con una exaltación poética a cargo de Antonio Medina, quien dedicó unos sentidos versos a la imagen de María Auxiliadora. Intervino también el coro de la hermandad, dirigido por Paco Cañas, quienes interpretaron unas sevillanas dedicadas a la Titular y tras ello se hizo entrega de dos medallas a hermanos de dilatada trayectoria en esta corporación de gloria ante el nuevo azulejo, obra de Rafael Reina.