El ejercicio físico reduce el estrés y la depresión en mujeres menopáusicas

Un estudio multidisciplinar dirigido por la Universidad de Granada ha concluido que la actividad física en mujeres menopáusicas reduce los síntomas de estrés y depresión y previene las alteraciones en el estado de ánimo que provoca el choque de la deprivación hormonal de este periodo de la vida.

Un grupo de investigación multidisciplinar de la Universidad de Granada, dirigido por Carmen Villaverde, ha desarrollado un estudio para analizar los beneficios que aporta el ejercicio físico a las diferentes dimensiones implicadas en la calidad de vida de las mujeres después de la menopausia.

La investigación se ha orientado a conocer los efectos que tiene la actividad física en mujeres de entre sesenta y setenta años para controlar estados de ansiedad o estrés, ya sean leves o moderados.

Este estudio se ha desarrollado con sesenta mujeres postmenopáusicas divididas en dos grupos, uno de control y otro que ha realizado actividad física continua, con sesiones adaptadas a su edad y sus condiciones, primero con ejercicios dos veces por semana y luego con tres sesiones.

La coordinadora de la investigación, Carmen Villaverde, ha explicado a Efe que la menopausia femenina representa la etapa de la vida con mayor choque hormonal, por lo que resulta necesario controlar o combatir los cambios en el estado de ánimo que conlleva.

“Se han hecho otros estudios para controlar los cambios físicos que sufren las mujeres tras la menopausia, como la osteoporosis en los huesos, pero resulta importante conocer mecanismos contra el estrés que puede producir la menopausia”, ha explicado Carmen Villaverde, del Departamento de Enfermería de la Universidad de Granada.

El equipo de investigación sometió a las mujeres al cuestionario Hamilton, que estudia el estrés y la depresión, para concluir que se reducen los síntomas en el 18 por ciento de los casos leves y el 22 por ciento de las mujeres con sintomatología severa que realizaron ejercicio físico continuado, sin que el grupo de control que no cambió sus rutinas sedentarias mostrara ninguna mejora.

“El ejercicio físico mejora los aspectos físicos de las mujeres menopáusicas con síntomas depresivos y ansiógenos, pero además mejora sus relaciones sociales, lo que ayuda a su estado psicológico y a combatir los síntomas, fundamental si tenemos en cuenta que la menopausia representan un tercio de la vida de la mujer”, ha subrayado Carmen Villaverde.

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