Un juzgado de Motril (Granada) ha condenado a un hombre a dos años de prisión por los abusos sexuales cometidos en su domicilio contra sus dos hijas menores de forma reiterada.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, que no es firme y ha sido recurrida por la defensa, deberá además indemnizar con 10.000 euros a cada una de sus hijas por los perjuicios morales ocasionados.
El fallo le prohíbe acercarse a ellas durante cuatro años a menos de 200 metros y le impone el pago de una multa de 7.200 euros.
Los hechos ocurrieron en fecha no determinada, cuando una de sus hijas tenía 8 o 10 años aproximadamente y la misma se encontraba durmiendo sola en su dormitorio.
El procesado se adentró en el mismo y con el propósito de satisfacer sus “lúbricos” instintos, se metió en la cama con ella, comenzó a tocarla y besarle los genitales hasta que ella despertó y le recriminó el comportamiento, por lo que se marchó de la habitación.
Unos años después, igualmente en fecha indeterminada, y cuando ya su hija tenía 14 o 15 años, se volvió a meter en la cama mientras dormía comenzando a tocarle los pechos y los genitales.
Con respecto a su otra hija, cuando tenía 7 u 8 años, aprovechó que se encontraba bañándola para cogerle la mano y dirigirla a sus genitales, momento en el que entró la esposa.
Un tiempo después le pidió que le hiciera una felación y le dijo que su madre no se iba a enterar, a lo que la niña se negó marchándose de la habitación.