La pintura de José Guerrero vuelve al Guggenheim de Nueva York

Durante los meses estivales (del 8 de junio al 12 de septiembre) el prestigioso Museo Guggenheim de Nueva York, presenta la exposición Art of Another Kind: International Abstraction and the Guggenheim, 1949-1960. La exposición, que esta compuesta aproximadamente por unas 100 obras de cerca de 70 creadores , explora las tendencias abstractas que se desarrollaron en ese periodo, cuando artistas americanos y europeos, desarrollaron con lenguajes diversos el expresionismo abstracto o lo que en Europa se desarrolló bajo la denominación de informalismo.

La exposición analiza el desarrollo artístico del periodo de posguerra prestando una especial atención a artistas menos conocidos de su colección junto a las figuras más canónicas. Además de la pintura de José Guerrero Signs and Portents de 1956, que ha sido utilizada como imagen del cartel anunciador, se pueden encontrar obras de Karel Appel, Louise Bourgeois, Alberto Burri, Eduardo Chillida, Lucio Fontana, Grace Hartigan, Asger Jorn, Yves Klein, Willem de Kooning, Georges Mathieu, Isamu Noguchi, Kenzo Okada, Jackson Pollock, Pierre Soulages, Antoni Tàpies, Maria Helena Vieira da Silva, Takeo Yamaguchi, o Zao Wou-Ki, entre otros.

José Guerrero se instaló en Nueva York en 1950, después de un periplo formativo que le llevo por diversas ciudades europeas. Será en esa ciudad donde encuentre un lenguaje propio que le proporcionaría un lugar destacado dentro de la escena artística del momento. Durante la década de los 50 José Guerrero contó con el decidido apoyo a su carrera del director del Guggenheim de Nueva York, James Johnson Sweeney, quien adquirió varias obras para la colección del museo y quien impulso su carrera apoyándolo en diversas ocasiones. En esos años la obra de Jose Guerrero ingresó en numerosas e importantes colecciones tanto privadas como museísticas destacando su presencia en el Whitney Musem, el Albright Knox de Buffalo o la Smithsonian Institution de Washington. Entre las numerosas exposiciones colectivas e individuales en las que participó destaca su presencia en la exposición inaugural del Guggenheim neoyorkino en el año 1959, todo un acontecimiento artístico de la época, en la que se exhibió la pintura que ahora se expone de nuevo en la sede americana del museo. El pasado año, esta misma pieza fue exhibida en otra muestra colectiva en el Museo Guggenheim de Bilbao.

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