Los padres de María Teresa Fernández, la joven de Motril desaparecida desde el verano del 2000 y que hoy cumpliría 30 años, han mostrado su solidaridad con la familia de Ruth y José, los dos hermanos onubenses de dos y seis años desaparecidos el pasado 8 de octubre en Córdoba.
La familia Fernández Martín, que continúa destrozada y “apagando velas” por la incertidumbre de no saber “absolutamente nada” del paradero de su hija casi doce años después de su desaparición, han querido hoy, en un día especial para ellos, alentar a la madre de Ruth y José para que continúe la búsqueda de sus hijos y mantenga la esperanza de localizarlos pronto, según han declarado a Efe.
María Teresa cumpliría hoy 30 años, aniversario que sus padres recordarán con un ramo de rosas en su habitación y una misa en su memoria en un día en el que, dicen, seguirán intentando aclarar lo que ocurrió la tarde en el que desapareció su hija.
Los padres de María Teresa, Antonio y Teresa, han apuntado a Efe que hoy pedirán con más fuerzas que se intensifique la búsqueda de su hija.
Aseguran que no tirarán la toalla hasta que se esclarezca lo ocurrido y que seguirán buscándola “hasta que el cuerpo aguante”.
Fuentes policiales han informado a Efe de que los agentes encargados del caso no decaen ni se desaniman en su labor y que cualquier pista que les llega es investigada “hasta el final”.
María Teresa desapareció el 18 de agosto de 2000 cuando tenía 18 años, después de que su padre la dejara en pleno centro de Motril, cerca de una parada del autobús que la joven iba a coger para encontrarse con su novio en la playa, desde de donde tenían pensado desplazarse hasta el recinto ferial.
Los padres de María Teresa hacen cada día “un recorrido mental” sobre lo sucedido por si consiguen acordarse de algo que pudiera servir para esclarecer la desaparición de su hija.
Convencidos de que “alguien tiene que saber algo de lo ocurrido”, el matrimonio hace un llamamiento a la ciudadanía para que contribuyan en la búsqueda de María Teresa.