La Alhambra exhibe tres fragmentos de un friso de alfiz de especial interés histórico y artístico que acerca al público al conocimiento de estas singulares piezas y a las técnicas de trabajo del yeso, cuyo uso no se extendió en al-Andalus hasta los siglos X-XI.
Según ha informado hoy el Patronato de la Alhambra y Generalife, el trabajo del yeso como elemento decorativo arquitectónico no es una aportación del mundo islámico, dado que es conocido el empleo que hacían de él helenísticos, romanos y sasánidas (Persas).
Los Omeyas y seguidamente los Abasíes continuaron la técnica, pero fueron estos últimos los que dotaron a las yeserías de un carácter más propio, haciendo evolucionar significativamente la técnica y los motivos ornamentales.
En al-Andalus no se extendió su uso hasta los siglos X-XI, y aunque está constatada su utilización en época Califal, fue con los Reinos de Taifas cuando esta técnica adquirió un gran auge.
Los revestimiento de yeso objeto de este trabajo son la culminación de un proceso evolutivo en al-Andalus que alcanzó en el Reino Nazarí de Granada su última expresión.
Los fragmentos exhibidos en la Alhambra, de especial interés histórico y artístico, proceden de las alhacenas el Bayt al-Sultan (Sala de la Barca) del Palacio de Comares en la Alhambra.
Sus motivos epigráficos contienen los versos que quedan de los poemas publicados en el diwan de Ibn Zamrak.
La importancia de estos versos, y por consiguiente de estos fragmentos de yeso, se puso de manifiesto en estudios del catedrático de Historia del Arte, Antonio Fernández-Puertas.
Los tres fragmentos del friso de alfiz se exhibirán los sábados de este mes en el museo de la Alhambra, donde el licenciado en Historia del Arte, José Domingo Lentisco, desvelará las peculiaridades de estas singulares piezas.