El aumento de síntomas como la depresión, la ansiedad o la disminución de la autoestima de las personas desempleadas, el “mobbing”, un problema ya frecuente que se agudiza con la crisis en el mundo laboral, y otros asuntos relacionados con el puesto de trabajo y la salud, fueron analizados por el profesor del Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento, Antonio Delgado Padial, en su conferencia “Riesgos psicosociales y salud laboral”, impartida en el curso que sobre prevención de riesgos laborales se viene desarrollando en la Casa de la Cultura de Almuñécar, organizada por el Centro Mediterráneo (CEMED) de la UGR.
El profesor Delgado Padial se refirió a las condiciones y contextos de trabajo que tienen un efecto negativo sobre la salud de los trabajadores, pero añadió que “ante la actual situación de desempleo en la que desgraciadamente se encuentran cada día más personas, es preciso poner de relieve las consecuencias que esta situación tiene sobre la salud de quienes no tienen trabajo”.
El ex decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo aseguró que “de las propias condiciones de trabajo en las que las personas desarrollan su actividad laboral pueden aparecer una serie de riesgos para su salud, riesgos que se han convertido en uno de los problemas más graves y de mayor relevancia que en la actualidad tiene planteados el mundo del trabajo y la sociedad en general, ya que implica altos y variados costes humanos. Ahora bien, hemos de señalar que estos riesgos laborales no son problema exclusivo del trabajador y del responsable institucional o empresario, sino que han de ser competencia de la sociedad en su conjunto, pues tanto los accidentes como la salud en el trabajo son temas centrales desde perspectivas política, económica y social. Por ello, la prevención de estos riesgos debería erigirse como un objetivo prioritario de todos”.
Riesgos psicosociales
Con los cambios que se han producido en los últimos tiempos en los ámbitos político, socioeconómico, cultural o tecnológico y, más concretamente, con el fenómeno de la globalización y la posterior crisis económica, han aparecido nuevos contextos laborales que tienen una muy alta probabilidad de dañar la salud física, social y mental de los trabajadores de forma muy importante: son los conocidos como riesgos psicosociales o riesgos emergentes. Entre estos cabe mencionar –siempre según el profesor Antonio Delgado Padial– el estrés, el “burnout” (síndrome de estar quemado), el “mobbing”, la violencia en el trabajo, el acoso sexual o la inseguridad en el empleo. Todos estos riesgos tienen unas claras repercusiones negativas sobre la salud de los trabajadores.
Diversos estudios han puesto de manifiesto que las tareas estresantes ponen en riesgo la salud mental de los trabajadores. Así, en lo que se refiere al “síndrome de estar quemado”, se considera como la consecuencia de un estrés crónico laboral, y “aunque este síndrome se conceptualiza como el desgaste de aquellos profesionales cuyo objeto de trabajo son personas (sanidad, educación, funcionarios, etc.), sin embargo, estudios más recientes han encontrado este síndrome en personas que se encuentran expuestas a un trabajo monótono”.
“Por otra parte –afirma el ex decano de la Facultad de Ciencias del Trabajo– y como consecuencia de las relaciones que se establecen entre los trabajadores de una organización, se ha constatado la existencia de personas sometidas a un hostigamiento psicológico tal que presentan síntomas psicosomáticos y reacciones anormales hacia el trabajo y el ambiente laboral. Muchas de estas manifestaciones se ajustan a la definición de mobbing. Este serio problema laboral se ha incrementado en nuestros días, pues podemos decir que las fórmulas de acoso laboral son propias de la globalización. Pero, además, la profunda crisis económica en la que se encuentran inmersos la práctica totalidad de los países del mundo, ha generado un contexto de incertidumbre, amenaza y miedo al futuro que se ve reflejado en una situación laboral caracterizada por una cruel competición de todos contra todos, que hace que el mobbing se haya convertido en algo frecuente y haya facilitado que ciertas personas con problemas psicopatológicos como un narcisismo extremo, profunda envidia, inmadurez emocional o fuertes complejos de inferioridad, encuentran el terreno favorable para poner en práctica una serie de conductas claramente patológicas”.
En este campo, existen datos que revelan que las personas víctimas de acoso laboral presentan altos niveles de estrés, depresión, estados depresivos mayores que pueden llevar al suicido o síntomas de estrés postraumático.