Miguel Montes Neiro, que fue considerado el preso común más antiguo de España y que salió de prisión el 15 de febrero tras un indulto, ha declarado hoy ante un juez que con las declaraciones por las que Acaip lo denunció por injurias contra los funcionarios de prisiones se limitó a relatar su vivencia personal.
Montes Neiro ha declarado en el Juzgado de Instrucción 9 de Granada, que abrió diligencias después de que el sindicato Acaip lo denunciara ante la Fiscalía Superior de Andalucía por presuntas injurias y calumnias contra este colectivo profesional.
En el escrito remitido en su día a la Fiscalía por la sección sindical de Acaip en la cárcel de Albolote, la última en la que Montes Neiro cumplió condena, el sindicato aludía a una entrevista periodística concedida por el exreo en la que hacía a los funcionarios partícipes directos del tráfico interior en las prisiones de productos prohibidos como alcohol y venta de móviles.
Montes Neiro, que ha acudido al Juzgado acompañado por una de sus hermanas y por su abogado, ha manifestado al juez que se limitó a contar su vivencia personal y que no tenía por qué mentir en una entrevista, según ha informado a Efe su letrado, Félix Ángel Martín.
Esa vivencia personal, ha relatado al juez, consistió en la compra -por unos mil euros, según explicó previamente a los periodistas- de un móvil que luego le arrebataron pero por el que estuvo “agradecido” dado que le permitió comunicarse con sus hijas.
Según su abogado, Neiro ha incidido ante el juez en que no quiso “ofender” a nadie, ha dicho que no guarda “rencor” y ha negado que personalizara sus críticas ni que se refiriera con ellas a los funcionarios del centro penitenciario de Albolote.
El exreo y su abogado han aportado al juez resoluciones y artículos de prensa que recogen sentencias condenatorias contra funcionarios por casos como los planteados por Neiro, que pretende así demostrar que lo denunciado por él es “una realidad”.
Momentos antes de prestar declaración ante el juez, Montes Neiro manifestó a los periodistas que si los funcionarios se han sentido perjudicados, más se sintió él en la cárcel, y ha reiterado, como ya hizo al salir de prisión, que no tiene que pedir perdón “a nadie”.
“Jamás voy a pedirle perdón a nadie. No creo a nadie capacitado para poder perdonar, así que cómo le voy a pedir a una persona algo en lo que yo no creo. A las únicas a las que pido diariamente perdón es a mis niñas por no haberlas tenido al lado mía”, ha manifestado.
No cree que en la cárcel haya “mafia”, sino “necesidad y personas que se apiadan” de los presos, de ahí que en determinados momentos los funcionarios, dicen, compartan ciertas cosas con ellos.
“¿O es que no hay ningún funcionario que fume petardos ni que tome coca?, ¿Qué pasa que son todos primos de dios?”, se ha preguntado Neiro, para quien la reinserción en las cárceles “no existe” e Instituciones Penitenciarias “deja mucho que desear”.
Neiro ha negado haber “manchado el honor” de los funcionarios porque mantiene que lo que ha dicho es verdad y lo puede “demostrar”, y ha señalado que de los 40 años que ha estado entre rejas ha conocido “a uno o dos honorables”.
Respecto a la compra que hizo de un móvil en el interior de la cárcel, ha dicho a los periodistas que le pidieron mil euros, pero que si hubiera tenido que dar más “lo hubiera dado”, y ha defendido que los presos dispongan de ellos en las cárceles para poder comunicarse con sus familias.
Tras su declaración, el juez decidirá en los próximos días si archiva la denuncia o continúa con el procedimiento.
Montes Neiro, que reside en la provincia de Málaga, tenía previsto declarar el mes pasado por esta causa en un juzgado de Torremolinos, pero finalmente solicitó que la declaración le fuera tomada en el de Instrucción 9 de Granada, encargado del caso.