Ella es la voz del momento, un secreto que ha ido pasando de mano en mano hasta que ya la conoce casi todo el mundo, y el tesoro reside en su suavidad, tierna, grave y envolvente, que paraliza a todo el oyente que tiene delante. Ella se llama Lizz Wright y en la noche del martes ha actuado en el Festival Jazz en la Costa de Almuñécar haciendo las presentaciones de un compañero de escenario con el que ha armado, de tú a tú, un bello concierto: Raúl Midón. Ambos han cautivado a todos los espectadores que han llenado (segundo completo en taquilla) el parque botánico de El Majuelo.
La poseedora de semejante voz tiene 32 años y con solo cuatro discos aspira al trono de la música popular con raíces. Él tiene un sorprendente curriculum porque une a Julio Iglesias o Shakira con Hancock, Richard Bona o Marcus Miller. Otros tantos más se han rendido ante las facultades de este ‘cantautor’ argentino-chicano invidente cuya música (en inglés) tiene en las venas litros de sangre latina.
Ambos lo repartieron todo en Almuñécar: escenario, grupo, cancionero y los dos en igualdad de condiciones. Cuando parecía que Lizz sería la estrella de la noche, amable y respetuosamente se situó en el mismo plano que su menos conocido compañero, sin moverse tras un gran djembe donde hacía unas leves percusiones. Midón canta con una voz que pude ser familiar a los más mayores pues recuerda tanto a Stevie Wonder (que le sopla la armónica en sus discos) como a José Feliciano con quien además coincide en la técnica hiperrítmica con la que toca la guitarra que, con un pequeño apoyo tecnológico, daba a su acústica un sonido estratosférico.
Ella, a cambio, hacía coros y dobles voces en las piezas de su propiedad (Keep holding on de entrada y luego When you call my name, entre otras) mientras que se invertían los papeles en los suyos (My heart, para abrir, Hit the ground o This is, entre varias). Perfecta por su parte en su eco inequívocamente estadounidense, desde el gospel a la americana, y siempre sugiriendo mucho más de los que entona, porque maneja como pocas la capacidad de evocación.
A diferencia del día anterior en el Jazz en la Costa, el concierto de Wright y Midón ha sido mucho más contemplativo e intimista que la explosión de alegría contagiosa de Playing for Change. Sin embargo, la hora y tres cuartos de actuación se pasó anómalamente rápida, y fue tan agradecida que ambos salieron de nuevo para hacer una curiosa versión en español del I envy the wind de Lucinda Williams.
Jueves 19 de julio
JACKY TERRASSON TRIO
Con un universo musical brillante e imaginativo, Jacky Terrasson es un pianista dotado de un estilo único; sus interpretaciones son frescas y originales, tanto en composiciones propias como en versiones clásicas, dotadas de riqueza armónica, línea melódica y elasticidad rítmica.
Nacido casualmente en Berlín en 1966, de madre americana y padre francés, pero con residencia en Francia, Terrasson estudia piano clásico en el prestigioso Lycée Lamartine. Influido por el jazz −a los doce años ya escuchaba la colección de su madre− cruza el Atlántico para formarse en el Berklee College of Music de Boston y no tarda en comenzar su carrera en Chicago, donde continúa su aprendizaje, apasionado por la libertad expresiva propia de la improvisación. El primer paso importante de su carrera lo dio acompañando a la cantante Dee Dee Bridgewater. Después, en Nueva York, tocó con Jesse Davis, Wallace Roney y Arthur Taylor, hasta encontrar en 1993 al baterista Leon Parker y al bajista Ugonna Okegwo, con los que inicia la aventura del trío. Por entonces fue aclamado por el New York Times Magazine como uno de los treinta artistas jóvenes con más proyección.
Después de ganar el prestigioso Concurso Internacional de Piano Jazz Thelonius Monk en 1993, ficha por la compañía Blue Note, para la que graba su primer disco, Jacky Terrasson, producido por la cantante Betty Carter, e inicia una brillante carrera con discos como Rendezvous, en pareja con la cantante Cassandra Wilson; el aclamado Jacky Terrason à Paris; el homenaje a Dionne Warwick, Close To You, junto a la cantante sueca Rigmor Gustafsson; el premiado como Mejor Disco de Jazz del Año, Smile; o sus trabajos más recientes, Mirror y Push, que muestran su plena madurez como artista. Además de componer bandas sonoras para el cine, ha realizado otras obras más complejas y vanguardistas en el terreno de la música contemporánea, como la exitosa Armistice, editada en un doble disco compacto.
Solicitado por los festivales de jazz, teatros y auditorios más prestigiosos del mundo, la carrera de Terrasson cuenta con numerosos premios, tanto en Estados Unidos como en Europa.
Jacky Terrason desarrolla su obra personal fundamentalmente en formato trío, con el que se presenta por primera vez en Jazz en la Costa con dos grandes instrumentistas norteamericanos: Burniss Travis y Justin Faulkner.