Los padres de la joven de 18 años de Otura que murió hace hoy un año de una brutal paliza a manos supuestamente de su pareja promoverán el endurecimiento de las penas por este tipo de delitos y piden que el acusado de la muerte de su hija cumpla íntegramente el fallo al que pueda ser condenado.
Manuel Carrión y Mónica Remacho han ofrecido hoy una rueda de prensa para presentar un concierto benéfico en memoria de la joven, que tendrá lugar el 21 de julio en el polideportivo Cañada de la Era de la localidad a beneficio de la Asociación de Mujeres para la Defensa y Apoyo de las Víctimas de Malos Tratos (ACTIVA).
Los padres, que han avanzado que el juicio por el supuesto asesinato podría celebrarse en octubre o noviembre, han confiando en que tras la vista oral el acusado, que era novio de Mónica, sea condenado a la máxima pena posible y que cumpla íntegramente el fallo, sin beneficios penitenciarios.
“Se tenía que pasar toda la vida encerrado, no tiene derecho a la sociedad”, ha dicho Manuel, al tiempo que su mujer ha recordado a Mónica como “una niña muy alegre” a la que su novio consiguió alejar de sus amistades pero no de su familia.
“Le decíamos que si no se llevaba bien con él que lo dejara, él sabía que con nosotros no podía (…) y como no pudo quitar a Mónica de su familia, nos la quitó a nosotros”, ha declarado la madre.
En su escrito de acusación, al que tuvo acceso Efe, la Fiscalía de Granada pide 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento para el novio de Mónica Carrión, al que atribuye el agravante de parentesco y aprovechamiento de las circunstancias de lugar y tiempo.
Los hechos, por los que la acusación particular, ejercida por la familia, pide 23 años de cárcel para el acusado, J.B.R., ocurrieron el 19 de julio del 2011 cuando el presunto asesino, que tenía entonces 21 años, terminó su jornada laboral como camarero del bar del padre de su novia, de 18 años, y fue en busca de ella.
Tras recogerla en su coche con la intención de llevarla a la autoescuela donde recibía clases, se dirigieron finalmente a las inmediaciones del campo de golf de Otura, donde la pareja, que inició su noviazgo a principios del 2010, permaneció toda la tarde.
Llegada la noche decidieron retornar y, a la altura del término municipal de Alhendín, accedieron a una zona despoblada junto a una rambla seca donde el acusado estacionó el vehículo, en cuyo interior iniciaron una discusión en el transcurso de la cual el joven empezó supuestamente a golpearla con sus puños por todo el cuerpo.
Según el relato de la Fiscalía, la joven salió del vehículo y él, valiéndose de un objeto contundente que encontró en el lugar continuó agrediéndola hasta que se desplomó en el suelo, donde la dejó tumbada mientras regresaba al coche, desde donde escuchaba “cómo su novia, agonizante, le decía: ‘te quiero, te quiero mucho”.
El acusado regresó entonces a pie hasta donde estaba su novia y la arrastró hasta el coche, donde la introdujo para llevarla a un hospital de Granada.
La joven, que cuando ingresó estaba ya inconsciente, murió minutos después a causa de la brutal paliza recibida presuntamente a manos de su novio, que aunque inicialmente trató de justificar lo ocurrido alegando que todo se debió a un atraco que habían sufrido ambos, confesó luego la autoría del crimen y fue detenido.