El PP ha acusado hoy al portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Cuenca, de hacer el ridículo tras el archivo de una querella de éste contra varios dirigentes populares por injurias y calumnias y ha insistido en que dé explicaciones o dimita.
Cuenca se querelló contra los portavoces del equipo de gobierno del Ayuntamiento y la Diputación de Granada, Juan García Montero y José Torrente, al considerar que le habían acusado públicamente de propiciar contrataciones irregulares con la Diputación de Granada para beneficiar a su pareja sentimental.
En rueda de prensa, García Montero y Torrente se han mostrado satisfechos por el archivo de la querella al entender que demuestra que la libertad de expresión “no tiene recortes” y que en democracia los portavoces de los gobiernos están para hablarle al pueblo.
Torrente ha señalado que el portavoz del PSOE ha establecido un teatro de “cachiporra” en el que intenta demostrar que el bueno es él, sin explicar por qué hace el “ridículo” para que no se hable sobre “lo que se tiene que hablar”.
Esta a actitud, ha añadido, lleva a equivocarse al PSOE de Granada y a su secretaria general, Teresa Jiménez, ya que la querella no iba hacia Cuenca sino contra la actitud del presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, quien ha tenido “la osadía” de ganar los tres últimos compromisos electorales.
Esto es, ha asegurado el portavoz del PP en Diputación, “antidemocrático” y ha instado a Cuenca a que si le molesta que se siga hablando de su presunta implicación en el caso Mercamed “se cambie de país”.
Por su parte, su homólogo en el Ayuntamiento, Juan García Montero, ha insistido en que el edil del PSOE aclare la relación de facturas de su pareja, imputada en la supuesta trama de Diputación, y si el pago de estas iba a una cuenta en la que Cuenca era beneficiario o titular, de lo contrario “debería dimitir”.
El concejal del PP ha añadido que Cuenca no tiene defensa alguna y ha rechazado que esta sea una política de “acoso y derribo” contra él, ya que la intención es responder a las “obligaciones adquiridas” contra los ciudadanos.
“No hacemos nada que no sea nuestro derecho u obligación”, ha indicado García Montero, que ha censurado que el edil socialista, reprobado por el pleno municipal hace unas semanas, pida explicaciones cuando él no las da.