El coste de los trabajos, divididos en cuatro tramos a lo largo del cauce urbano, correrá a cuenta de Emasagra. El objetivo es devolver la mejor cara al afluente del Guadalquivir y luchar contra los actos incívicos de algunos ciudadanos.
Por otro lado, llegado el verano es usual que los más jóvenes se atrevan a darse un chapuzón en el Genil. Ledesma ha catalogado de irresponsables a aquellos que buscan un respiro a las altas temperaturas en las aguas del principal río de la capital.
El alcalde en funciones recuerda la prohibición del baño por el peligro físico que conlleva.