Un mes y medio después de que se pusiera en marcha el copago farmacéutico, hemos salido a la calle para hablar con los afectados. En las farmacias nos cuentan que se han tenido que adaptar, no sin dificultades, al nuevo funcionamiento de la tarjeta sanitaria. Pero quienes peor lo llevan son los pensionistas. Personas mayores que no han encajado bien eso de pagar ahora por cuidar su salud. Antes no tenían que pagar por las medicinas y ahora sí. María Angustias tiene 82 años y está enfadada ante esta nueva situación.
La pregunta es ¿habrá ancianos que dejen de consumir medicinas si ahora tienen que pagarlas? Es muy pronto para saberlo pero María Angustias nos dice que a ella ya le está sucediendo.
Otro de los testimonios que les ofrecemos es el de Luisa. Ochenta años. Asume el copago sanitario, dice que lo puede entender pero está temiendo una reducción de su pensión mensual con la que también ayuda a su hija.