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Ocho detenidos en Maracena por vender una valla perimetral como chatarra
La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas por la sustracción de una valla perimetral en un cortijo del término municipal de Moclín y a otras cuatro por la receptación de estas vallas en una chatarrería ilegal localizada en Maracena.
El propietario de un cortijo situado entre las localidades de Tiena y Olivares denunció que autores desconocidos le había sustraído las veinte vallas con las que rodeaba su propiedad y que el valor de lo sustraído supera los mil euros.
La Guardia Civil tras la denuncia inicia una investigación y los agentes del área de investigación de Pinos Puente comprueban que las vallas sustraídas no habían sido vendidas como chatarra en ninguna de las chatarrerías del área metropolitana granadina.
No obstante, los guardias civiles de Pinos Puente tenían noticias de que en una nave del polígono La Paz de Maracena se compraba chatarra de manera ilegal.
Tras recorrer el polígono, los agentes localizaron junto a una nave el vehículo de unos conocidos delincuentes de Pinos Puente que ya habían sido detenidos anteriormente por la sustracción de material en casas de campo y su posterior venta como chatarra.
A pesar de que la puerta de dicha nave estaba cerrada, guardias civiles vestidos de paisano consiguieron infiltrarse en dicha nave en un momento en el que abrieron la puerta y comprobaron que allí sorprendieron a los presuntos autores del hurto de las vallas y las vallas sustraídas.
Por este motivo los cuatro presuntos autores del robo, tres vecinos de Pinos Puente de nacionalidad española y un vecino de Granada de nacionalidad colombiana, fueron detenidos por un delito de hurto; y los cuatro responsables de dicha chatarrería clandestina, una mujer y tres hombres, fueron detenidos por un presunto delito de receptación de objetos procedentes de robo.
La Guardia Civil además ha comprobado además que dentro de la nave había más chatarra y frigoríficos desguazados, electrodomésticos que sólo pueden ser gestionados en puntos debidamente autorizados ya que el gas refrigerante que contienen es un residuo peligroso para el medio ambiente, y los propietarios de esta chatarrería, los ahora detenidos por receptación, carecen de la documentación legal que le permitiera ejercer ninguna de estas actividades, por lo que han sido denunciados a la autoridad competente.
