El Cascamorras no ha logrado su objetivo en Baza. Ha llegado al santuario de la Virgen de la Piedad, pero no ha logrado acceder limpio al templo. Por tanto, y como ha ocurrido desde hace más de 500 años, la tradición se ha cumplido, la imagen se queda en Baza y el próximo año, de nuevo, otro accitano volverá a intentar llevarse a la Virgen a Guadix. Unas 7.000 personas acompañaron al Cascamorras en una carrera “rápida” y sin incidentes. La fiesta está declarada de Interés Turístico Nacional.
Los Caños Dorados, la calle del Agua, la Plaza Mayor y la Plaza de la Merced han sido los puntos donde más personas se han juntado alrededor del Cascamorras para animarle y jalearle entre vítores al personaje, este año encarnado por el accitano José Antonio Escudero.
Radio Granada ha acompañado al Cascamorras hasta el interior de la iglesia de La Merced, donde se guarda la imagen de la Virgen de la Piedad. Ante la imagen, Escudero -ya limpio- ha rezado y ante las personas que esperaban para la novena ha agradecido el acompañamiento del pueblo de Baza en la carrera de este 2012.
Baza llevaba preparándose desde hacía varios días para el acontecimiento, y el Ayuntamiento puso en marcha un dispositivo especial que incluye la cubierta con plásticos de fachadas y elementos arquitectónicos del recorrido del Cascamorras y que moviliza a más de cuarenta operarios de mantenimiento, limpieza y obras, además de voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja y agentes de la Policía Local.
El trabajo previo al Cascamorras ha incluido la colocación de plásticos en las fachadas de los edificios, de los monumentos y de los elementos de mobiliario urbano, con el objetivo de que el paso de la comitiva no los dañe. Para ello el Ayuntamiento ha dispuesto de 1.250 metros de lonas protectoras que se han repartido entre los propietarios de viviendas que quieren proteger sus edificios, y todas las fuentes se han vallado y han quedado sin agua para evitar el acceso a las mismas, con la única excepción de los Caños Dorados y del caño de la calle Agua.
La protección de los elementos patrimoniales se completa con el vallado de un tramo del itinerario, el comprendido entre la avenida de Andalucía y la plaza de San Francisco, de manera que han quedado delimitadas de forma clara las zonas para la carrera y para observar el paso de los corredores.
Como suele ser habitual, se ha limitado la circulación de vehículos por las calles que componen el recorrido de Cascamorras, y se recomienda a los propietarios de vehículos que no los dejen aparcados en estas vías para evitar posibles daños o manchas de los mismos.
En cuanto a la limpieza, una cuadrilla de operarios, compuesta por unas 37 personas, se encargará de que todo el itinerario sea el adecuado y que tras la celebración las calles queden limpias para el comienzo de la Feria y Fiestas 2012 de Baza. En concreto, siete operarios de limpieza se encargarán de regar el recorrido en la parte alta de la ciudad para que no se levante polvo, detrás de la comitiva irán un equipo para retirar todo el material inservible (camisetas, botellas, trapos) y realizar una limpieza en profundidad con tres máquinas diferentes.
En lo que respecta a la pintura, el Ayuntamiento ha repartido 2.000 litros de aceite ecológico para que los participantes se pinten y pinten a otros cascamorreros y, si pueden, al mismísimo Cascamorras, que encarna este año, José Antonio Escudero, que repite en el tradicional personaje.
El joven ya encarnó la figura de Cascamorras en las ediciones anteriores, aunque en la última tuvo que ser sustituido por Antonio Vera al ser operado de urgencia de una apendicitis.
Albañil de profesión, Escudero encarnará la figura del descubridor de la imagen de la Virgen de la Piedad por segunda vez. La primera vez que cogió la porra de Cascamorras fue en la edición de 2010.
El Cascamorras es una fiesta tradicional originaria de la Edad Media y que se ha ido transmitiendo oralmente de generación en generación a través de los siglos. Según la tradición, fue un obrero morisco, Juan Pedernal, vecino de Guadix, quien trabajaba en Baza cuando se encontró la talla de la Virgen de la Piedad.
Juan Pedernal intentó llevarse la imagen, pero no pudo y tras varios litigios se resolvió que la imagen podría salir de Baza si conseguía llegar hasta ella inmaculado, sin una sola mancha. De esta manera cada vez que una delegación de accitanos, encabezados por el sucesor de Juan Pedernal, ha intentado acceder hasta la iglesia de la Merced con la intención de llevarse la Virgen son recibidos con pinturas que lo manchan para evitar que pueda cumplir su cometido.
El Cascamorras es el personaje enviado por los accitanos para intentar cada 6 de septiembre hacerse con la imagen, intención que impedirán con todas sus fuerzas los vecinos de Baza. El fracaso en la empresa hará que el 9 de septiembre de cada año el Cascamorras vuelva a Guadix con las manos vacías y que los accitanos le reciban con desagrado.
En la fiesta todos los participantes intentan manchar al Cascamorras con grasa y aceite, y siempre acaba totalmente embadurnado. El accitano que encarna al Cascamorras es el responsable, con sus idas y venidas, de marcar el ritmo de la carrera, haciéndola más rápida o más lenta, y en su mano está el ganarse el respeto y el cariño de todos los participantes.