La UGR participa en el desarrollo del Modelo Europeo de Calidad en las enseñanzas de Farmacia con la coordinación de parte del proyecto “Aseguramiento de la calidad en la educación farmacéutica y la formación en Europa” (“Quality assurance in pharmacy education and training in Europe”). Financiado por la Unión Europea dentro del programa Lifelong Learning Erasmus, se desarrollará a lo largo de 3 años. El profesor Antonio Sánchez Pozo será el coordinador para el área formada por España, Portugal, Francia, Italia y Malta.
Establecer una red europea estable sobre la calidad en las enseñanzas de farmacia es uno de los principales objetivo del proyecto, así como analizar los sistemas formativos y estándares de calidad existentes en Europa, desarrollar un modelo de estándares de calidad para las enseñanzas de farmacia y probar el modelo en diferentes países y reajustarlo donde se requiera. Además se propone difundir y aplicar el modelo a través de la Asociación Europea de Facultades de Farmacia y otros canales, y crear una Agencia Europea.
El objetivo final es mejorar el servicio que los farmacéuticos prestan al paciente mediante un uso más adecuado y más seguro de medicamentos y el desarrollo y producción de medicamentos más efectivos. Para ello se requiere una formación de calidad.
El proyecto PHAR-QA tendrá un impacto fundamental en la formación básica, así como en la formación avanzada (hospital, industria y otros), y en el desarrollo de nuevos programas formativos. Aportará los elementos de cualificación profesional a los sistemas actuales, basados fundamentalmente en aspectos académicos, y analizará la creciente demanda de control de la calidad en el contexto de Bolonia y el EEES y la formación de una profesión sectorial (farmacia) cuyos estudios se rigen por directiva de la UE (200536EC) y se caracterizan por su larga duración (5 años). Asimismo, analizará el importante papel desempeñado por el aprendizaje a lo largo de la vida y desarrollo profesional continuo.
Por otra parte, según explica Antonio Sánchez Pozo, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular II de la UGR y coordinador del proyecto, “las enseñanzas de Farmacia tienen que responder a otras demandas tan urgentes como las anteriores: la evolución del papel del farmacéutico en el sistema sanitario y la industria farmacéutica europea. En este contexto, el proyecto PHARMINE, precursor del PHAR-QA, puso de manifiesto las enormes discrepancias entre los países europeos y la necesidad de armonización de las enseñanzas de Farmacia”.
200 facultades de Farmacia y sus 19.000 estudiantes serán los primeros beneficiarios
Según señala Antonio Sánchez Pozo, “los primeros beneficiarios de los resultados del proyecto serán las aproximadamente 200 Facultades de Farmacia y sus 19.000 estudiantes. El segundo grupo serán los sectores de Educación y Salud de los gobiernos. En tercer lugar, la Unión Europea, especialmente los “Directorados”, como el DG Internal Market, que tienen que elaborar directrices para la libre circulación de los miembros de una profesión sectorial como farmacia y que están actualmente revisando la directiva 200536EC, interesados en garantizar que los farmacéuticos de los Estados miembros tengan unas capacidades y competencias equivalentes. Es obvio que nuevamente para esto último los estándares de calidad son esenciales”.
“En cuarto lugar los farmacéuticos y sus colegios y sociedades, que desarrollan una importantísima labor en el desarrollo profesional de los aproximadamente 419.000 farmacéuticos que trabajan en Europa. Finalmente la población europea, los más de 500 millones se beneficiará de un correcto y tratamiento derivado de una mejor atención de los farmacéuticos comunitarios y hospitalarios y mejores medicamentos producidos por farmacéuticos industriales bien preparados”, explica el coordinador del proyecto.