Xavi espabila al Barcelona frente al Granada (2-0)

Ante la avalancha de lesiones en la defensa, Tito Vilanova apostó por una versión ‘light’ para que no ocurriera lo mismo con sus centrocampistas. Xabi arrancó en el banquillo, mientras Thiago cogió el timón del Barça para proseguir con su acumulación de minutos. El Granada por su parte planteó un partido como anunció su entrenador, “sin la intención de quitar el balón al Barça”.

Eso no significa otra cosa que calcar a su manera el imaginativo planteamiento que Emery dispuso con su Spartak. Con Floro Flores y Brahimi como pivotes, su trabajo se basaba aguantar el balón hasta que centrocampistas y laterales se incorporaran desde segunda línea. El Barça atacó desde el principio, Messi y Alves se asociaron a poco de empezar para poner la primera ocasión clara de los catalanes.

Con la plana mayor de la directiva blaugrana en plena asamblea, los secundarios copaban en palco a la espera de que finalizara. Algo parecido ocurría en la zaga, donde Mascherano y Song hacían sus primeras prácticas juntos para beneficio de los delanteros nazaríes. Floro Flores llevo el primer susto al Camp Nou tras un mal control de Alex Song.

El Barcelona le ponía ímpetu, ganas y sobre todo, fidelidad a su libro de estilo, pero sin Iniesta y Xavi la claridad no es la misma. Los balones llegaba a Messi y Villa en posiciones de disparo, pero por una imprecisión a veces imperceptible, Borja Gómez e Íñigo López siempre llegaban a tiempo para tapar esos chuts.

Cuando el césped se volcaba al área blaugrana, las menos veces, Mikel Rico y Siqueira brillaban con luz propia. El lateral, infalible en la línea de fondo, dispuso de una de las más claras ocasiones para los visitantes, sin embargo Valdés levantó los brazos y sacó el balón a saque de esquina. Así llegó el partido al intermedio, entre la paciencia del Granada y la angustia del Barça, que se representó en una ostensible bronca entre Messi y Villa.

Toño, las paradas, y los goles imposibles

La retaguardia del Granada perdió su efervescencia en la segunda mitad y el Barcelona dio un paso adelante en sus ambiciones. Tito retiró del tapete a Thiago y Villa para meter a la clase alta. Pedro y Xavi entraron para meter la quinta marcha y el partido se abrió. El Barça se lanzó con bravura sobre el área rival, mientras dejaba la puerta del contraataque de par en par.

Entonces apareció la figura de Toño. El portero del Granada, eléctrico y felino, detuvo tres balones inverosímiles a disparos de Cesc y Xavi. Como ya hiciera una par de años atrás, el meta estaba frustrando al Barça. En los descansos que se daban los culés, el Granada galopaba a sus anchas perseguido por Song y Mascherano. En una de esas, en la más clara, Orellana llegó ante Valdés, se lo pensó quizás demasiado, y el portero de L?Hospitalet volvía a salvar al Barça del desastre momentáneo.

Con la entrada de Tello el campo se terminó de volcar en favor de los locales, pero con Toño en estado de gracia el gol debía llegar mediante una obra maestra. Ahí Xavi, el arquitecto de todo lo que hace el Barça, enganchó un derechazo que entró repicando el larguero que entró en la portería de forma espectacular.

Los últimos cinco minutos fueron de propina, el Granada bajó los brazos y el Barcelona lo aprovechó con un gol más, obra de la tozudez de Messi. En definitiva, una difícil victoria para el Barça, que sigue sin aflojar y partido a partido supera los retos que le plantean las defensas rivales.

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