El 79% de los casi 9.000 vecinos de la Zona Norte de la capital, entrevistados en un estudio promovido por la Fundación de La Caixa, considera que las relaciones entre personas de diferentes culturas son buenas. El informe, realizado en 2010, busca conocer en profundidad la realidad social de barrios deprimidos, según Carlos Giménez, director científico del proyecto y catedrático de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid.
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En la actualidad se trabaja en la segunda parte del estudio que, según el propio Giménez, podría deparar peores resultados motivados por la crisis económica.
Predominio de las relaciones de Coexistencia
El estudio señala que en el Distrito Norte de Granada las actitudes de respeto hacia sus vecinos, sin rechazo ni agresión, lo que en el Informe se sintetiza como Coexistencia, alcanzan al 47%. La Encuesta muestra que esa mayoría de entrevistados afirma vivir en ambientes sociales pacíficos, marcados por relaciones generales de respeto básico o “pasivo” y aceptación del otro, sin llegar necesariamente a la muestra de interés por los demás, ni tampoco tolerancia o respeto activo hacia los otros. Mantiene relaciones de coexistencia, es decir, relaciones pacíficas, sin que existan ningún tipo de agresión, pero también de distanciamiento (propio de las sociedades complejas y del anonimato de las ciudades) y de escasa interacción con los que son de otro grupo residencial, social o cultural.
Considerando en conjunto varias preguntas e indicadores se observa el predominio de relaciones de anonimato y distancia, propias de enclaves urbanos metropolitanos como es el caso de la zona norte de Granada. Así, al preguntar a los habitantes del barrio cómo definiría el tipo de relación con sus vecinos, el 31% lo define como de mero saludo. Asimismo, al pedírsele cómo es la relación con las personas del mismo edificio y de la misma calle, un 75 % y un 58% las definen, respectivamente, como de buena convivencia, y un 21% y 33% como relaciones de indiferencia con buena educación.
Otro aspecto clave de la convivencia ciudadana es el grado de cumplimiento de las normas y reglas de convivencia, tanto en el edificio como en el barrio. En relación al cumplimiento de normas en el edificio se han medido en la Encuesta siete variables relativas a ruidos, malos olores, espacios comunes, limpieza y basura, pagos de comunidad, asistencia a reuniones, y trato adecuado. La Encuesta muestra que los porcentajes en cuanto al grado de cumplimiento de las normas en el edificio oscilan en una franja que se extiende desde un mínimo de 45% en relación con las normas de asistir a las reuniones de la comunidad de vecinos y de evitar ruidos hasta un máximo de 59% respecto mantener la limpieza, sacar la basura de forma correcta y ocupar adecuadamente los espacios.
En cuanto al cumplimiento de normas en el barrio se han medido los siguientes aspectos: no molestar a los demás, cumplimiento de ordenanzas, hábitos de limpieza e higiene, normas de tráfico, uso de espacios públicos, respeto de las creencias y forma de ser de los demás. Para el cumplimiento de las normas en la localidad, la franja varía desde un mínimo de 32% en relación con el cumplimiento de las normas de tráfico hasta un máximo de 61% en relación al respeto a las creencias y forma de ser de los demás.
• Respecto a la asimilación cultural el informe muestra que en la zona septentrional de la capital granadina el 85% de los entrevistados consideran “bastante o muy importante” que los inmigrantes adopten las costumbres del país receptor mientras que el 52% de los entrevistados estima importante que los inmigrantes mantengan las costumbres de origen. No obstante, el Informe señala como relevante el hecho de que hasta un 36,5% de los autóctonos entrevistados indicaran que conceden poca o ninguna importancia a que los inmigrantes mantengan sus propias culturas (lo que en el Estudio se configura como “indicador de asimilacionismo”).
En relación a la participación ciudadana en Granada el estudio revela que el 11% de los autóctonos participan en asociaciones de vecinos, el 5% en sindicatos y el 4% en ONG mientras que entre los extranjeros el 12% participan en asociaciones de inmigrantes y el 4% en ONG y asociaciones de vecinos.
Espacios relevantes de convivencia y cohesión social
La Encuesta pone de manifiesto la existencia de espacios de convivencia así como la presencia en importantes sectores de actitudes y valores de tolerancia activa. En el caso del centro de Granada las relaciones interculturales caracterizadas por la interacción positiva y el contacto fluido, resolviéndose los problemas que pudiera haber de forma pacífica representan el 32%.
En esa área de Granada, el 70% de los entrevistados considera como “buena o muy buena” la presencia de personas de diferentes países en su localidad. Esta cifra es igual al promedio general (70%). En Distrito Norte la opinión adversa a la presencia de extranjeros en la localidad (9%) es más baja que el promedio general del resto de territorios (14%).
Para el 23% de los encuestados nacidos en España la inmigración es una ventaja, para el otro 24% supone una desventaja. Un 50% manifiesta que ni una cosa ni la otra: este alto porcentaje de “indecisos”, presente en algunas otras preguntas, indica la existencia de un sector ambivalente ante el fenómeno de la inmigración.
Según los datos del estudio, se destaca el alto grado en que la población en general y la inmigrante en particular, se siente arraigada a su localidad, hecho que supone un aspecto muy positivo desde el punto de vista de la cohesión social y para el fomento de la convivencia. En el caso de Granada (Distrito Norte) el sentimiento de pertenencia tanto la localidad (71%) como al municipio (90%) es elevado, si bien esos porcentajes se elevan hasta el 72% en el caso de la pertenencia al barrio entre los autóctonos y disminuye al 60% en el caso de la población de origen extranjero.
Al preguntarse dónde elegiría vivir si pudieran decidirlo libremente la mayoría respondió que seguiría en el mismo barrio (52%) o que se trasladaría a otro barrio de la localidad (37%). Ante la pregunta: ¿hasta qué punto se encuentra usted a gusto en la localidad?, el 72% afirmo estar “muy” o “bastante a gusto”.
Otro punto positivo a destacar como conclusión del estudio, son las altas tasas de empadronamiento con lo que ello significa de arraigo y de acceso normalizado a recursos públicos. La mayoría de la población entrevistada en Granada aseguró estar empadronada (el 87% contestó afirmativamente). Esto indica el enorme interés del empadronamiento para los inmigrantes al suponer una documentación que ha venido estando vinculada a un acceso a derechos y servicios como la tarjeta sanitaria y, por otro lado, resulta positivamente significativo respecto al funcionamiento del sistema de registro local, su conocimiento y su utilidad para las personas. En el caso de los extranjeros la respuesta afirmativa sobre el empadronamiento en Granada (Distrito Norte) alcanza el 90%.
Presencia minorita de la hostilidad
Cabe destacar que los territorios estudiados se caracterizan por presentar porcentajes muy bajos de percepción de conflictividad en lo que a las personas se refiere, siendo su abordaje predominantemente pacífico. Sin embargo, a pesar de las tónicas de coexistencia y convivencia reseñadas, es palpable también la presencia de situaciones de hostilidad, conflictividad y riesgo para la cohesión y la paz social. El trabajo revela que un 10% de los entrevistados en Granada (Distrito Norte) considera que sus relaciones interculturales se producen en un clima de recelo y tensión, lo que el estudio identifica como Hostilidad. Esta cifra es inferior al promedio general que arroja el estudio (19%).
En el ámbito de las actitudes hostiles se detectan comportamientos de rechazo a la inmigración “per se”, y a lo que ésta supone, por parte de un sector minoritario pero recurrente. En Granada el 9% de los encuestados manifiesta abiertamente su rechazo a la inmigración Este porcentaje es similar al promedio del estudio que revela un 10% de entrevistados que rechaza la inmigración.
Por último, el estudio destaca un recelo de un sector notable de la población hacia la religión musulmana. Entre los autóctonos no musulmanes de Granada el 48% considera que existe recelo hacia este colectivo a nivel del municipio. Cuando la pregunta se focaliza hacia las actitudes personales el estudio revela que un 27% de los españoles no musulmanes de Granada admiten tener actitudes de recelo hacia los musulmanes. Sin duda, se pone de manifiesto aquí el “sesgo de deseabilidad social” y el “efecto tercera persona”, es decir, la tendencia a reconocer en mayor medida en los demás que uno mismo lo que socialmente se consideran actitudes públicamente incorrectas.
¿Cómo se ha desarrollado la encuesta?
La Encuesta se ha realizado a una muestra total de 8.928 personas residentes en 25 territorios pertenecientes a nueve comunidades autónomas de España. En 17 de éstos opera directamente el Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural de la Obra Social “la Caixa”. El resto son territorios de control que fueron seleccionados para servir de contraste empírico y poder así evaluar y mediar el impacto del proyecto.
Los 25 territorios de España seleccionados tienen en común dos rasgos: en todos ellos existe una aguda problemática social vinculada a los cambios demográficos y económicos de las últimas décadas; y además, en todos hay una alta y compleja diversidad derivada de la migración interna o nacional, los asentamientos gitanos o la inmigración extranjera por solo mencionar algunos procesos de diversificación.
La dirección científica del proyecto corre a cargo del profesor Carlos Giménez, catedrático de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid y director científico del proyecto, y de un equipo interdisciplinario del Instituto de Migraciones, Etnicidad y Desarrollo Social (IMEDES) de la Universidad Autónoma de Madrid.