Los hermanos acusados de matar a un portero en una feria niegan haber estado allí

Dos hermanos acusados de haber matado al portero de una caseta durante la feria de Maracena en 2007 se han declarado hoy inocentes y han asegurado que ninguno de ellos estuvo en el recinto ferial la noche de los hechos, por los que la Fiscalía ha solicitado diez años de cárcel para cada uno de ellos.

La Audiencia de Granada ha iniciado hoy el juicio, con jurado popular, contra estos dos hermanos acusados de acabar con la vida del portero de una caseta durante las fiestas del municipio en 2007.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 18 de agosto de 2007 en la puerta de una caseta disco instalada para las fiestas de Maracena, en la que se inició una pelea tras la que murió de una puñalada uno de los porteros del local, de nacionalidad rumana.

El Ministerio Público ha solicitado para los dos acusados, A.M.M. y J.R.M.M., la pena de diez años de cárcel para cada uno por un delito de homicidio, y la indemnización a la viuda de la víctima y su hijo de 153.000 euros.

La acusación particular ha elevado la petición de pena a veinte años de prisión para cada uno de los acusados, al calificar el suceso como asesinato, por considerar que existen las circunstancias agravantes de alevosía y promesa, debido a un incidente previo entre las partes.

Los dos acusados, hermanos de 45 y 46 años y en libertad desde el año de los hechos, se han declarado inocentes y han recalcado que no estuvieron en la feria de Maracena el día de la muerte del portero.

Las defensas de los acusados, miembros de una familia del barrio granadino de Almanjayar conocida como “Los Mones”, han explicado que sus patrocinados tienen 19 hermanos y 120 sobrinos para recalcar que su identificación como autores de los hechos puede deberse a una confusión.

La acusación particular ha defendido que la muerte del portero responde a un incidente previo que sufrió la víctima con un familiar de los acusados, al que dieron un golpe e impidieron entrar en el local.

Uno de los acusados ha declarado que estuvo en la feria días antes, aunque ha mantenido que no acudió a Maracena la noche de los hechos, y ha incidido en que se sienta en el banquillo de los acusados porque lo habrán confundido con otra persona.

Su hermano ha defendido su inocencia recalcando que la noche de la muerte estaba, con su mujer y su hijo, en un hotel de Mazarrón (Murcia), motivo por el que no pudo asestar la puñalada al portero.

La Fiscalía ha apuntado, sin embargo, que la factura del hotel murciano se pagó el día antes de los hechos, por lo que el acusado no podría demostrar que llegó a Granada después del suceso.

El fallecido recibió una puñalada con un machete de grandes dimensiones que le sesgó el corazón y provocó su muerte en el acto.

El juicio continuará mañana con la declaración de varios testigos protegidos, que explicarán ante el jurado popular lo que vieron la noche de los hechos y en el incidente previo a la muerte del portero de la caseta.

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