El director general de Mahou declara este jueves en Madrid por los ruidos en Cervezas Alhambra

El director general del Grupo Mahou-San Miguel, Alberto Rodríguez-Toquero, declara este jueves en el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid a las 10,00 horas en calidad de imputado por el caso de los ruidos que genera la fábrica situada en la Avenida de Murcia, en Granada capital, que fueron denunciados por los vecinos de un bloque de pisos cercano, han informado a Europa Press fuentes del caso.

Su declaración se produce después de que ya hayan pasado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Granada tanto el director general de Cervezas Alhambra como el director de Medio Ambiente de la compañía. Así, de los cuatro altos cargos imputados por este asunto, sólo queda que comparezca el director de la fábrica granadina, que se encuentra actualmente en La India por razones de trabajo.

Concretamente, fue el pasado 21 de septiembre cuando los dos primeros comparecieron en la sede judicial de la Caleta y, aunque rehusaron hacer declaraciones a los periodistas, fuentes de Cervezas Alhambra sí expresaron su confianza en que la investigación se archive y se aclare la situación.

En el mes de junio la Audiencia Provincial de Granada consideró en un auto que los ruidos que generaba la planta granadina debían ser objeto de investigación penal, y que en el caso de Cervezas Alhambra hay mediciones del ruido que superan los límites legales establecidos por las ordenanzas municipales, “llegando a ser calificado en uno de los casos de intolerable. La existencia de un expediente sancionador incoado por la administración no excluiría la existencia de infracción penal”.

Asimismo, a finales del mes de julio la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente informó de que había trasladado a la Fiscalía Provincial de Granada el posible incumplimiento de los plazos para adoptar medidas contra el ruido por parte de la empresa, que fue sancionada por este motivo con 20.000 euros por una infracción muy grave.

La Junta de Andalucía, que dio 45 días de plazo para que diera solución al conflicto, se reservaba la capacidad para ejercer este “trámite administrativo”, ya que así se lo trasladó a la compañía el pasado mes de junio, advirtiéndole de que podía incurrir en un posible delito de desobediencia con incidencia en el medio ambiente.

El problema surgió tras la denuncia planteada por los vecinos de un bloque construido por la empresa municipal Emuvyssa cerca de la planta granadina, que motivó una investigación de Medio Ambiente. Las mediciones de los niveles de ruido revelaron la superación de los valores establecidos, permanente en el tiempo, por lo que suponía “un riesgo grave para la salud de las personas”.

La empresa, que ha adoptado medidas para disminuir los niveles de ruido en varias ocasiones, recurrió la sanción impuesta por la Consejería tras las mediciones y recordó que la planta granadina se encuentra en suelo industrial, pese a que se le obliga a cumplir una normativa medioambiental aplicable a zonas residenciales.

En ese sentido, llamó la atención en que “quizá” el ordenamiento urbanístico de la ciudad no tuvo en cuenta la posible “colisión” entre ambas calificaciones, aunque aclarando que no quiere acusar a ninguna administración por ello.

“Nuestra predisposición es hacer todo lo posible para disminuir los niveles de ruido. Lo nuestro es hacer cerveza y en eso queremos seguir”, dijo entonces a Europa Press un portavoz de la compañía.

AGENCIAS / EUROPA PRESS

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