La acusación particular ha reducido de veinte a quince años la petición de cárcel para los dos hermanos acusados de matar al portero de una caseta durante la feria de Maracena (Granada) en 2007, para los que la Fiscalía ha mantenido su petición de diez años de prisión y las defensas la libre absolución.
La vista oral contra los dos hermanos acusados de acabar con la vida de un portero durante una feria en 2007 ha concluido hoy en la Audiencia de Granada, donde ahora el jurado popular encargado de enjuiciar el caso, que prevé emitir su veredicto mañana, deberá determinar si se les considera o no culpables de lo ocurrido.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 18 de agosto de 2007 en la puerta de una caseta disco instalada para las fiestas de Maracena, en la que se inició una pelea tras la que murió de una puñalada uno de los porteros del local, de nacionalidad rumana.
El Ministerio Público ha mantenido para los dos acusados, A.M.M. y J.R.M.M., su petición de diez años de cárcel para cada uno por un delito de homicidio, y la de indemnización a la viuda de la víctima y su hijo de 153.000 euros.
La acusación particular ha rebajado en cambio su petición inicial de veinte a quince años de prisión, aunque ha mantenido la imputación de un delito de asesinato al considerar que existen las circunstancias agravantes de alevosía y promesa, debido a un incidente previo entre las partes.
Tras la declaración de nueve testigos protegidos durante la sesión de ayer, hoy ha testificado un amigo de uno de los acusados, J.R.M.M., que le ha ofrecido una coartada al recordar que estaban juntos en su domicilio, ubicado en Alhama de Granada.
También ha declarado la mujer del otro acusado, A.M.M., que ha ratificado que estaban en un hotel de Mazarrón (Murcia) y ha recordado que no llegaron a Granada hasta el día después de los hechos.
Los forenses encargados de practicar la autopsia a la víctima han detallado que sufrió una herida en el corazón con un arma blanca de unos seis centímetros de ancho, aunque han recalcado que la trayectoria de la agresión pudo ser causada tanto por un zurdo como por un diestro.
La defensa de Juan Ramón ha intentado descartar su autoría argumentando que su patrocinado es diestro y que tenía secuelas de un disparo de perdigones durante su juventud que le impedirían mover con normalidad el brazo, algo que los forenses han descartado.
Las pruebas periciales han corroborado además que la víctima no presentaba ninguna lesión defensiva, un testimonio que ha subrayado la acusación particular para defender la alevosía que convierte el homicidio en un delito de asesinato.
AGENCIAS / EFE