El Comité de Apelación de la Federación Española de Fútbol (RFEF) desestimó hoy el recurso del Granada contra el partido de sanción a su jugador Yacine Brahimi, el del Mallorca contra los tres partidos a su segundo técnico Luciano Martín y el del Celta por una multa de 3.000 euros.
Según informó la RFEF, Apelación ha rechazado los argumentos con los que el Granada quería evitar que Yacine Brahimi se pierda el próximo partido por doble amonestación y consiguiente expulsión en el encuentro de Liga jugado el día 7 contra el Mallorca.
El Comité no entiende que haya “un claro y evidente error material manifiesto” en el acta arbitral al describir la jugada que ocasionó la segunda amonestación para Brahimi (m.66) al observarse que “entra con su pie en forma de plancha, sin duda en una acción que puede considerarse peligrosa”.
Apelación recuerda que los comités disciplinarios no han de “rearbitrar cuestiones técnicas” de los partidos y que deben limitarse a revisar las consecuencias disciplinarias en caso de que el árbitro haya cometido un error material manifiesto sobre hechos relacionados con el juego.
El Mallorca también ha visto desestimado el recurso que presentó contra los tres partidos de sanción a su segundo entrenador, Luciano Martín, que fue expulsado (m.89) en el mismo partido contra el Granada por “lanzar desde su área técnica un balón con el pie al terreno de juego sin autorización del árbitro”.
El equipo mallorquín argumentó en su defensa que la acción de su técnico se produjo por “las pérdidas de tiempo” de los jugadores rivales, circunstancia que, según Apelación, “no incumbe corregir” al entrenador por ser competencia exclusiva del árbitro.
Apelación también ha rechazado el recurso del Celta de Vigo, multado con 3.000 euros el pasado día 10 por el Comité de Competición porque el partido de Liga contra el Sevilla empezó con cuatro minutos de retraso, porque el portero del equipo gallego no tenía en orden su equipación.
El Celta alegó en su defensa que se lesionó su portero titular y tuvo que ser sustituido por el suplente, argumento rechazado por el Comité que, sin negar su veracidad, entiende que “delata una falta de previsión notoria, ya que los jugadores tanto titulares como suplentes deben estar en perfecto estado de uniformidad” para el inicio del encuentro y ante cualquier eventualidad.