El Parque de las Ciencias organiza una actividad para descubrir los fósiles que ‘pisamos’ cada día

El suelo de nuestra casa puede contener fósiles de hace cientos de millones de años… ¿Pero cómo podemos averiguar si cada día pisamos crinoides del Jurásico o ammonites del Cretácico? El Parque de las Ciencias ha presentado hoy cómo hacerlo en la actividad ‘Pisando fósiles’, una iniciativa dirigida a todos los públicos que se integra en la Semana de la Ciencia y que  tiene como objetivo descubrir, de una forma amena y atractiva, los fósiles que contienen algunos de los suelos y revestimientos de edificios Granada.

El Director del Gabinete de Comunicación de la Universidad de Granada, Francisco Sánchez Montes, la Profesora de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada, Elvira Martín, el Director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, y otras autoridades del Consorcio han presentado esta mañana el Taller en el que también han participado alumnos del C.P.R. El Puntal de Huélago (Granada).

La profesora de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada ha sido la encargada de conducir los asistentes en la búsqueda de restos fósiles en siete losetas de piedra que actualmente se encuentran en pavimentos de Puerta Real, Plaza Nueva, Plaza de las Pasiegas y la entrada de la Alhambra, entre otros, y en fachadas de monumentos como el Palacio de Carlos V, la Real Chancillería, el Hospital Real o la Capilla Real.

Para ello, ha seleccionado siete losetas de piedra: seis que tienen fósiles y una que no para que los participantes puedan observar las diferencias y con la ayuda de una lupa conocer las estructuras y formas de los fósiles. Cada una de ella contiene fósiles de diferentes periodos de tiempo: del Jurásico (con fósiles de entre 146 y 200 millones de años); del Cretácico (de edad comprendida entre 66 y 146 millones de años); del Terciario (con 11 millones de años) y, por último, la que no tiene fósiles que es del Cuaternario (con menos de 2 millones de años).

Las del Jurásico son calizas procedentes de Sierra Elvira que contienen diversos fósiles pero los más visibles son los crinoides (un grupo de equinodermos como los erizos o estrellas de mar). Fósiles que, según ha explicado la paleontóloga de la Universidad de Granada, se encuentran en muchos suelos de Granada como Puerta Real, Plaza Nueva, Plaza de las Pasiegas, la entrada a la Alhambra. También se esconden en los pórticos ornamentales del Palacio de Carlos V, de la Real Chancillería, de las iglesias de San Juan de Dios, la Virgen de las Angustias, el Sagrario, la Capilla Real, el Hospital Real, la Facultad de Derecho, el edificio de correos y toda la calle Ganivet, el banco de España, etc…
La mayoría de las fuentes ornamentales de la ciudad son de calizas con crinoides de Sierra Elvira.

Actualmente las calizas con crinoides se siguen utilizando en espacios como la entrada a garajes. Podemos verlas también en los pasos de peatones de la calle Pedro Antonio de Alarcón después de su remodelación, con lo que es fácil que la mayoría de nosotros pise todos los días un suelo que esconde la huella de la vida de hace cientos de millones de años.

Del Cretácico, son los fósiles que aparecen en suelos conocidos comercialmente como Rojo Granada y Rojo Alicante, ejemplos presentes  en este taller y que se pueden analizar. Los fósiles que contienen éstas son los ammonites, un grupo de animales moluscos (como los caracoles y los pulpos). Estas rocas abundan en los portales y edificios de todo el centro de la ciudad. Conforman la fachada del Teatro Isabel la Católica y se emplearon con frecuencia para hacer los ornamentos de los interiores de las iglesias.

Otras rocas de este mismo periodo que se analizan en el taller son las Rojo Bilbao que contienen fósiles rudistas. Los rudistas eran un grupo de bivalvos con formas caprichosas: tenían una valva fija al sustrato o a otro rudista y una valva superior que les servía de tapadera. Formaban arrecifes. Por eso estas rocas tienen tantos restos fósiles amontonados. Estas calizas son abundantes en los suelos del centro de la ciudad: en Puerta Real, en Plaza del Carmen, en las calles Reyes y Recogidas, etc…

Los fósiles rudistas también se pueden observar en la caliza Negro Marquina, otra de las rocas analizada esta mañana que pueden ‘pisarse’ en un paseo por los distintos suelos de la ciudad.

Y de los suelos a las fachadas de los principales monumentos de Granada como el Palacio de Carlos V, la Puerta de las Granadas, la Real Chancillería, el Hospital Real, la Catedral, la Capilla Real y la mayoría de las iglesias que están construidas con amarillo fósil, una calcarenita que contiene muchos restos fósiles de gasterópodos, bivalvos, etc.

El travertino ha completado la selección de rocas estudiadas. Esta es la más reciente de todas y no contiene fósiles aunque se encuentra en las partes menos visibles de edificios como el Monasterio de la Cartuja, la Real Chancillería, el Monasterio de San Jerónimo, el Hospital Real, etc. Los travertinos se forman por precipitación de carbonato cálcico sobre los organismos que viven en las proximidades de manantiales o ríos, después estos organismos se mueren y se pudren y en la roca quedan los huecos. Esta roca no tiene fósiles y, precisamente por eso, es muy interesante para explicar qué son fósiles y qué estructuras no son fósiles.

En esta iniciativa, que se presenta por primera vez en el museo, el Parque de las Ciencias se han querido unir disciplinas diferentes como la paleontología, la geología, la historia  y el patrimonio histórico en una propuesta divertida en la que se fomenta la curiosidad sin límite de edad.

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