Las celosías moriscas del baño de Comares serán en diciembre la pieza del mes del Museo de la Alhambra, que ofrecerá un programa gratuito para desvelar a sus visitantes las peculiaridades de estas piezas.
El Patronato de la Alhambra y Generalife ha informado de que estas celosías fueron desmontadas de su ubicación original a comienzos de 1840, por estar amenazado por ruina el espacio donde se encontraban.
En primer lugar el programa explicativo hablará del espacio donde estaban ubicadas y se tratará la importancia del baño real de Comares, su función y el uso de las estancias que lo conformaban.
Se hará a través de planos generales de los palacios, así como alzados y secciones como las de Owen Jones o Girault de Pranguey, comparando la arquitectura de la sala de las Camas con el Mexuar o la torre de Abý-I-Yuyus Nasr (Peinador de la Reina).
Asimismo se compararán estas celosías con la de Dos Hermanas y el techo de lazo con incrustaciones de vidrio de Lindaraja, según el estudio del catedrático de Historia del Arte Musulmán de la Universidad de Granada (UGR) Antonio Fernández Puertas.
El lugar en donde estuvieron situadas fue objeto de la transformación que sufrieron los baños a partir del siglo XVI, con los añadidos de azulejos de cuerda seca sevillana.
El último referente visual de la estancia antes del desmonte y remodelación de dicha estancia es la litografía de Lewis de la sala de las Camas.
A partir de ese momento, este espacio y las celosías se vieron afectadas por las obras realizadas por José Contreras, que se encargó de desmontar las celosías de su sitio.
La restauración finalizó en 1862 con su hijo Rafael y se mostraron diversos aspectos de la sala reformada con la repolicromía, las firmas de los autores o los paramentos.
Las celosías desmontadas se han reutilizado en diferentes lugares de la Alhambra y se han documentado gracias a fotografías antiguas, como por ejemplo las que aparecen en la sala de Dos Hermanas, protegiendo al jarrón de las Gacelas.