Refuerzan controles sobre la forma de ofrecer productos de charcutería, moluscos y crustáceos

La Secretaría General de Consumo de la Consejería de Adminis-tración Local y Relaciones Institucionales, en coordinación con los Servicios de Consumo provinciales, está llevando a cabo una campaña de inspección en establecimientos de restauración para comprobar que cumplen la normativa en vigor, con especial atención a los productos alimenticios, bebidas y precios de venta. Esta actuación se enmarca en el calendario de campañas de la Junta y se desarrollará hasta el 31 de enero de 2013. En este periodo se prevé inspeccionar un total de 250 establecimientos.

Restaurantes, bares, cafeterías, pubs y autoservicios de venta de alimentos y bebidas son objeto de esta campaña que da continuidad a otras anteriores en las que se ha detectado un número importante de irregularidades. Éste es uno de los motivos que lleva a la Junta a mantener y reforzar la vigilancia en estos establecimientos, ya sean de carácter temporal o permanente.

En el marco de la campaña, se realiza un seguimiento especial de los productos de charcutería y queso, para vigilar que se venden indicando el peso, y moluscos o crustáceos para comprobar que se ofertan por unidades o al peso, confirmando también en ambos casos que los sistemas de peso y de las balanzas están verificadas. Además, se comprueba que ni las cartas ni cualquier lista de precios incluyan la mención “precios según mercado”, que está expresamente prohibida.

También son especialmente controlados los productos de pesca que se ofertan en este tipo de establecimientos, con el fin de asegurar de que no están sometidos a ninguna veda en el momento de la venta, así como que cumplen las tallas mínimas que exige la normativa.

Junto con estos aspectos, se comprueba la existencia de las hojas de quejas y reclamaciones, obligatoria para todos los establecimientos, y la información relativa a los precios finales, que deben aparecer detallados e incluir los impuestos y cualquier otro gasto que se reper-cuta a las personas consumidoras y usuarias. Asimismo, se extiende el control a otros parámetros no dependientes de Consumo como verificar el cumplimiento de la legislación vigente en materia de tabaco, cuya competencia corresponde a Salud.

Para un mejor desarrollo de la campaña se promueve la partici-pación del sector empresarial, con el objetivo de implicarlo en el con-trol de las obligaciones que le corresponden. Para ello, se han mante-nido diversas reuniones a nivel provincial.

Resultados 2010

En 2010, cuando se ejecutó la última campaña en el sector, se inspeccionaron 748 establecimientos con un resultado de 850 actas levantadas de las que 208 fueron positivas por detectarse alguna irre-gularidad, lo que supone casi el 25% del total de actas.

Las principales irregularidades cometidas fueron falta de infor-mación veraz de los productos y servicios que se ofrecen tanto en las cartas de comidas como de bebidas, ya que no se incluyen en su tota-lidad en las citadas cartas o en las listas de precios; defectuosa ubica-ción de las cartas y listas de precios, que no resultaban visibles; venta incorrecta, por no indicar el peso, o el número de unidades de pro-ductos de charcutería, moluscos y crustáceos, y la falta de etiquetas que verifiquen el estado de las balanzas de peso. Precisamente sobre estas deficiencias es donde más va a incidir la actual campaña de inspección.

Recomendaciones

En relación con los servicios que prestan este tipo de estableci-mientos, la Secretaría General de Consumo recomienda a las personas consumidoras y usuarias que se aseguren de que los precios sean finales y completos, incluyendo el IVA. Asimismo se recuerda que el cubierto, la carta, la reserva de plaza o cualquier otro concepto similar no pueden ser cobrados, ya que se entienden que van incluidos en el precio y son elementos necesarios para la prestación del servicio.

Se aconseja también a las personas consumidoras y usuarias que verifiquen si se indica sí varía el precio en función de si el consumo se realiza en mesa o en barra, así como comprobar si existen restricciones en las ofertas, como por ejemplo que en las mesas sólo se sirvan raciones, algo que el establecimiento puede hacer siempre que informe de ello al usuario a través de los mecanismos habilitados al efecto.

Recuerde que la venta al público de productos de charcutería, queso u otros productos susceptibles de ser cortados de una pieza prin-cipal debe efectuarse por unidades de peso. Por su parte, la venta de moluscos o crustáceos puede ser por peso o por unidades indicándose en este último caso su número. Por último, recuerde que las expresiones del tipo “precio según mercado” están expresamente prohibidas.

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