María Santísima del Dulce Nombre se presentó un año más en su besamanos inmaculista con una mantilal goyesca haciendo su tocado, en el pecho la joya que le regalaron para el XXV aniversario fundacional de la hermandad. En relación al altar, éste presentaba las Sibilas del paso de Jesús Despojado. La imagen mariana estuvo escoltada en toda la jornada por hermanso de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Despojado.
Como gesto al primer mandato de Inmaculada Rodas, como hermana mayor, el vestidor quiso que la Virgen luciese los pendientes de oro que la responsable de la cofradía llevó en el día de su boda. Estas piezas colgaban de la cinturilla de la imagen del Dulce Nombre.