La delegada de Cultura, Ana Gámez, ha manifestado su malestar por la actitud de los responsables municipales que, una vez más, tergiversan la información para engañar a la ciudadanía y para ocultar el incumplimiento de sus obligaciones.
“No es necesario que el Ayuntamiento nos devuelva el inmueble, podría y debería dedicar a otros temas necesarios para la ciudadanía granadina el tiempo y el trabajo que destina a confrontar con la Junta de Andalucía, sin documentarse y con una falta alarmante de seriedad y rigor, porque si se hubieran documentado sabrían que el cambio de uso ya supone automáticamente dejar sin efecto la cesión de uso del edificio, ha señalado Ana Gámez, haciendo alusión al Decreto de 1983 que regula la cesión de instalaciones culturales de la Junta a los Ayuntamientos.
Cultura informa que el Ayuntamiento de Granada tiene cedido el espacio, pero no el servicio de biblioteca ya que, desde 1985, con la Ley de Bases de Régimen Local, el servicio de Biblioteca es una obligación municipal.
Una obligación que incumplió el Ayuntamiento cuando se dispuso a cerrar la biblioteca de las Palomas, ya que el barrio del Zaidín, con una población de más de 45.000 habitantes, podría contar con tres bibliotecas, una por cada 20.000 personas o fracción, de acuerdo con el Decreto 230/99 por el que se aprueba el Reglamento del Sistema Bibliotecario de Andalucía.
“Por ello, y porque desde la Junta consideramos que la biblioteca de las Palomas es una justa reivindicación de los vecinos y vecinas del Zaidín, compartida por toda Granada, Cultura no ha promovido la revocación de la cesión; entendemos que el Ayuntamiento debe cumplir con su obligación, debe mantener el servicio de biblioteca en las Palomas, ya que abrir la biblioteca Francisco Ayala nunca justificó su cierre”, ha declarado Gámez, para quien “cuantificar el valor de una biblioteca en términos de un “edificio” y unos “gastos de mantenimiento” identifica con claridad cuál es el valor que el PP ha dado y da a la Cultura”.