La Fundación Francisco Ayala, con sede en Granada, alberga desde hoy la biblioteca personal del escritor que permanecía en Nueva York después de que su viuda, Carolyn Richmond, haya donado estos 2.500 títulos que el autor granadino conservaba como reliquias de sus distintas etapas por el exilio.
Así lo ha dado hoy a conocer su viuda, presidenta de honor de la Fundación Francisco Ayala, al término de una reunión del Patronato de esta institución que también ha servido para aprobar el presupuesto (191.760 euros) y las actividades del 2013.
Ayala vivió de forma permanente en Nueva York desde 1958 a 1976 atraído por la gran ciudad y dedicado a la enseñanza de la literatura en lengua española en diferentes universidades. Hasta allí llevó valiosos libros que conservaba como reliquias de su periplo por el exilio en Argentina, Brasil y Puerto Rico. También allí adquirió en librerías punteras del hispanismo internacional, como Las Américas, los libros que le acompañaron en su etapa de madurez plena como intelectual y creador poético. Fueron esos los años en los que el autor granadino escribió el núcleo de “El jardín de las delicias” y los ensayos que dedicó a sus autores predilectos, como Galdós, Quevedo o Cervantes, entre otros. Cuando abandonó Nueva York para regresar a España seleccionó para Carolyn Richmond los libros que, pensaba, le serían útiles en su profesión académica.
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Se trata de 2.500 volúmenes, muchos de ellos dedicados por sus autores, que están pendientes de ser inventariados y catalogados y que se suman a los que el escritor conservaba en Madrid, que llegaron a la Fundación de Granada en el 2010.
Los libros, en cuyo traslado ha colaborado CajaGranada, serán puestos a disposición de estudiosos e investigadores.
“Estamos consiguiendo tener y mantener una fundación que me gustaría pensar que es ejemplar desde todos los puntos de vista, y desde luego una fundación digna de la memoria de Francisco Ayala”, ha dicho su viuda al término de la reunión, que ha estado presidida por el consejero andaluz de Cultura, Luciano Alonso.
Entre los ejemplares cedidos figuran la edición de “Norte de príncipes” de Antonio Pérez, que Ayala debió utilizar para preparar la que publicó y prologó en Americalee (Buenos Aires, 1943), y la edición de Don Quijote de la Mancha cuidada por Astrana Marín con motivo del IV Centenario del nacimiento de Cervantes.
Como muestra de los numerosos libros dedicados por amigos y colegas a Ayala figura “Holy Smoke”, de Cabrera Infante (Nueva York: Harper&Row, 1986), del que se conserva el original de un artículo escrito por el autor granadino.
También destacan un diccionario y un atlas que representan dos facetas íntimamente relacionadas en la personalidad intelectual de Ayala: su dedicación a la creación poética (“La patria de un escritor es su lengua”) y su decisión de prescindir de los nacionalismos mediante la concepción de la vida como un viaje permanente, según la fundación.
Los dos volúmenes son la cuarta edición del Diccionario de la lengua castellana compuesto por la Real Academia Española y la tercera edición revisada del Atlas of the World.
Para el consejero de Cultura, en estos volúmenes se resume “el legado creativo e intelectual” de Ayala en el exilio, además de su “poesía, pensamiento e inquebrantable compromiso con la libertad”.
Con motivo de la presentación de la biblioteca se ha editado un vídeo para la página web de la Fundación (www.ffayala.es) con declaraciones de Pedro Yanes, que fue librero de Las Américas, además de amigo y discípulo de Ayala.
En cuanto al programa de actividades de la fundación para el próximo año, destacan un encuentro de especialistas en conmemoración del 30 aniversario de la primera edición de “Recuerdos y olvidos”, el libro de memorias de Francisco Ayala, así como la exposición de los cuadros de Luz García Duarte, madre del escritor, que Vicente Ayala custodiaba en Buenos Aires desde el final de la Guerra Civil.
Por otra parte, la traductora de la obra de Ayala al alemán, Erna Brandenberger, y la escritora y profesora Rosario Hiriart recibirán la distinción anual del Patronato de la Fundación.