Un total de nueve familias han recibido las llaves de sus nuevas viviendas protegidas en alquiler en una casa señorial del siglo XIX rehabilitada y localizada en el centro histórico de Baza. El delegado territorial de Fomento, Vivienda, Turismo y Comercio, Manuel Morales, ha sido el encargado de entregar los inmuebles a sus nuevos inquilinos, “lo que contribuye a solucionar problemas de alojamientos de personas con rentas bajas y con dificultad para acceder a una vivienda, al tiempo que reactivamos la vida en el casco histórico de Baza”.
Las familias, que acceden a estas viviendas en régimen de alqui-ler durante los próximos 25 años, cuentan con ingresos inferiores a 2,5 veces el IPREM, es decir, un mínimo de 18.637 euros/año y un máximo de 29.926€/año, con lo que la aportación mensual en con-cepto de alquiler no superará 230 euros, a la que se aplicará anual-mente el IPC.
La superficie de los inmuebles oscila entre los 51 y los 67 metros cuadrados. Seis de ellos cuentan con tres habitaciones y el resto con dos dormitorios. Además de las viviendas se ha mantenido un local que se encontraba ocupado con un inquilino de renta antigua y que vuelve después de la rehabilitación del edificio
Estas viviendas se localizan en la calle Trinidad, número 7, en pleno centro histórico de Baza, cuya fachada da a la calle del Agua y a la Plaza de la Trinidad. Se trata de un edificio de finales del siglo XIX, una antigua casa señorial tradicional con patio central y tres alturas, cuya rehabilitación la Junta de Andalucía ha invertido 918.00 euros.
La intervención en edificaciones de este carácter y tipología se ha hecho después de realizar un estudio minucioso de la edificación existente para garantizar que dicha transformación suponga la per-manencia de valores históricos y tipológicos que la edificación tiene.
Por ello, la actuación ha tenido como premisas rescatar la lógica de la tipología de casa-patio, restituyendo la secuencia zaguán-galería-patio, haciendo a éste el eje de la intervención y ordenando las estancias a su alrededor. Para lograr este objetivo, se han detectado y mantenido los elementos que se entienden como originales, eliminando todas las alteraciones posteriores, hasta conseguir una gran claridad espacial y funcional.