El sistema sanitario público andaluz alcanzó el año pasado la nueva marca histórica de 734 trasplantes, el 1,66 por ciento más que en el ejercicio anterior, según ha anunciado hoy en rueda de prensa el coordinador regional de trasplantes, Manuel Alonso.
De estos 734 trasplantes, 457 fueron de riñón (diez de ellos birrenales, setenta de donante vivo y otros cinco infantiles); otros 203 trasplantes fueron de hígado (diez infantiles y uno de donante vivo); 32 de corazón; 24 de pulmón (2 infantiles) y 18 de páncreas.
A estos trasplantes de órganos hay que sumar los 2.000 injertos realizados de tejidos, córneas, válvulas cardíacas, tejido óseo o segmentos vasculares, de los que el año pasado se beneficiaron más de 1.300 pacientes.
Este aumento de trasplantes se debe a la solidaridad de las familias de los 305 donantes fallecidos y a los 71 donantes vivos contabilizados el año pasado y a que el porcentaje de negativa a la donación bajó en el 2012 al 14 por ciento, tres puntos menos que en el 2011, lo que significa que el 86 por ciento de las familias consintió dar los órganos del fallecido, el mejor resultado conseguido hasta ahora.
Estas donaciones permitieron reducir el 12,5 por ciento la lista de espera de pacientes que aguardan un trasplante a final del año pasado, hasta los 743, frente a las 850 personas registradas a 31 de diciembre de 2011.
La tasa de donación alcanzó en Andalucía los 36,1 donantes por millón de población, el doble de la Unión Europea (18 donantes por millón de población), superior a la de Estados Unidos (26 donantes por millón de población) y ligeramente superior a la media española de 2011, que fue de 35,3 donantes por millón de población, la más alta del mundo.
El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla realizó 189 trasplantes, de ellos, 104 de riñón, 68 de hígado y 17 de corazón, mientras que el Reina Sofía de Córdoba sumó 162 trasplantes (63 de riñón, 49 de hígado, 24 de pulmón, 15 de corazón y 11 de páncreas).
El Hospital Regional de Málaga sumo 201 trasplantes (144 de riñón, 50 de hígado y 7 de páncreas); el Virgen de las Nieves de Granada, 109, de los cuales 73 fueron trasplantes renales y 36 de hígado, y el Puerta del Mar de Cádiz practicó 73 trasplantes renales.
Manuel Alonso ha subrayado que estas cifras históricas se han conseguido gracias a las nuevas estrategias emprendidas por el Servicio Andaluz de Salud para paliar el descenso de muertes encefálicas y de accidentes de tráfico registrado en los últimos años.
En su opinión, sin estas nuevas estrategias, como la donación en asistolia (a corazón parado) o los trasplantes renales de donante vivo o cruzado “hubiéramos asistido con toda seguridad a un descenso de las cifras de donantes y trasplantes”.
De hecho, en Andalucía se ha constatado una caída del 26 por ciento de muertes encefálicas en los últimos ocho años, que sólo en el pasado ejercicio descendió un ocho por ciento, y la edad media del donante ha pasado de 35 años en 1991 a 60 años en 2012, con lo que el 54 por ciento de los donantes contabilizados en Andalucía el año pasado fueron personas de más de 60 años.
La donación en asistolia o a corazón parado se produce cuando una persona muere por parada cardiorrespiratoria en su domicilio o en la vía pública y sus órganos son donados nada más llegar el fallecido al hospital.
Si no se hubiese desarrollado esta modalidad de donación, el año pasado se hubieran conseguido 26 donantes y unos 50 trasplantes menos, ha destacado Alonso.
En cuanto al trasplante renal de donante vivo o cruzado, que combate el progresivo envejecimiento del donante, conlleva escasos riesgos para el donante y permite una supervivencia más alta que el trasplante de riñón de donante fallecido, según Alonso.
Los trasplantes de riñón de donante vivo representan ya el 15 por ciento de los 457 trasplantes renales contabilizados el año pasado.