La policía se ha incautado de 2.900 plantas de marihuana y ha detenido a siete personas (cuatro de ellas en Granada) en relación con una red dedicada a la distribución y cultivo de estupefacientes en la provincia de Málaga.
Los agentes han realizado la incautación durante la segunda fase de la operación “Ramsés” y se han efectuado cuatro registros, según un comunicado remitido hoy por la Comisaría Provincial de Málaga.
En uno de los cuatro registros efectuados se ha desmantelado una plantación bajo los cimientos de la vivienda y además tenían instalada una deriva de la acometida eléctrica para no levantar sospechas por el alto consumo energético generado.
Durante la primera fase de la operación se detuvo a diecisiete personas, dos en Zaragoza, tres en Barcelona, ocho en Málaga y cuatro en Granada.
Los arrestados supuestamente formaban parte de una red dedicada a la venta de sustancias medicamentosas prohibidas, así como el cultivo y distribución de marihuana por toda la geografía española.
Debido a ello también se han efectuado 17 registros en las anteriores provincias.
La segunda fase de la operación comenzó cuando los agentes conocieron que un grupo organizado de personas de nacionalidad holandesa estaba cultivando grandes cantidades de marihuana.
A partir de esta información se pudo comprobar que había hasta cuatro viviendas donde los miembros del grupo tenían instalados cultivos hidropónicos de marihuana en las localidades malagueñas de Mijas, Fuengirola y Cártama.
En tres de los domicilios registrados los agentes encontraron diez habitáculos destinados al cultivo de la droga.
Además, en una de las viviendas se localizó bajo el falso suelo de una caseta de madera, ubicada junto a la piscina, un sótano de unos 128 metros cuadrados aproximadamente, practicado en los cimientos bajo la vivienda, que ocultaba tres habitaciones destinadas a la plantación.
Todos los domicilios registrados contaban con una compleja instalación eléctrica y de ventilación, incluso contaban con filtros de aire de tamaño industrial para eliminar los olores desprendidos por el estupefaciente.
Asimismo tenían habilitadas estancias vacías para albergar más plantaciones y poder aumentar la producción en un corto periodo de tiempo.
Además de las plantas de marihuana, los agentes han intervenido tres vehículos, once teléfonos móviles, un ordenador, una tableta digital, un GPS y efectos relacionados como el cultivo como semillas, fertilizantes y acelerantes del crecimiento de las plantas.