Agentes de la Policía Nacional procedieron en Motril a la detención de un hombre de 60 años, de origen sudamericano, al que atribuyen la presunta autoría de un episodio de malos tratos a su pareja ocurridos en una plaza de Motril hace escasos días
Las investigaciones comenzaron cuando los agentes del grupo de atención al ciudadano de la Comisaría local fueron comisionados a una plaza de la ciudad en la que al parecer había un hombre golpeando a una mujer.
Personados en el lugar de los hechos, los policías observaron que el individuo se encontraba agrediendo a una mujer, por lo que procedieron a la intervención. En el momento de la misma, la mujer manifestó que el presunto agresor era su marido, por lo que los agentes procedieron a la detención del individuo y a su traslado a dependencias policiales por la comisión de estos hechos.
Sin embargo la intervención policial no acabó con la detención del individuo y su posterior puesta a disposición del juez competente. En este caso, y fruto de comprobaciones policiales realizadas por el grupo de Policía Judicial de la Comisaría, se detectó que la identidad que había aportado el individuo en el momento de su detención era falsa y que no correspondía a esa persona.
Lo realmente curioso del asunto es que la identidad real del individuo correspondía con la de un prófugo de un centro penitenciario de la capital de España, en la que este cumplía condena por un delito de tráfico de drogas. Según se ha podido saber, el detenido aprovechó un permiso reglamentario para fugarse de la cárcel, a la que no regresó cuando debía.
La verdadera identidad del detenido esclareció que era el autor de una fuga carcelaria en 2006
Asimismo se supo que sobre la verdadera identidad del detenido pesaba una Orden judicial de detención por el hecho de la fuga en el año 2006, emitida por un Juzgado de Madrid.
El hombre, desde su huida al parecer se mantuvo alejado de las zonas urbanas, recluyéndose en un cortijo en la montaña y con su nueva falsa identidad, por lo que no había podido ser detectada su presencia.
Una vez esclarecido el asunto, los hechos se pusieron en conocimiento de las Autoridades Judiciales competentes, tanto en lo relativo a los motivos que causaron la detención del individuo, los malos tratos a su pareja, como de la requisitoria judicial por la fuga del Centro penitenciario.
Presentado ante la Autoridad Judicial, esta ordenó su ingreso en prisión.