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Un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Granada y el Hospital Virgen de las Nieves de Granada ha revelado que uno de cada cuatro pacientes con cáncer de pulmón en Andalucía debería recibir radioterapia y no lo hace.
La investigación señala que los hospitales públicos andaluces utilizan menos la radioterapia en el tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón de lo que marcan los protocolos clínicos, según ha informado hoy la institución académica en un comunicado.
En concreto, la emplean un 25 por ciento menos de lo que deberían, lo que se traduce, según los investigadores, en una estimación de más de 3.000 meses de “pérdida” en supervivencia para el conjunto de pacientes diagnosticados de cáncer de pulmón por culpa de este “no-tratamiento”.
Para llevar a cabo este trabajo, los científicos revisaron las historias clínicas y el tratamiento de todos los pacientes sometidos a radioterapia para el cáncer de pulmón en 2007 en los doce hospitales públicos de Andalucía que cuentan con instalaciones de radioterapia.
Los datos fueron agrupados según el tipo de hospital, paciente, las características del tratamiento, el tipo histológico y el estado del tumor.
Este hecho resultó muy significativo, ya que otros estudios similares hacen referencia a encuestas o a datos de registros agregados.
De los 3.051 pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón, 610 fueron tratados con radioterapia inicial con una tasa de radiación global del 20 por ciento, cuando la tasa de radiación recomendada según sus historiales hubiera sido de 1.383 pacientes.
De este modo, 773 pacientes con cáncer de pulmón más (es decir, un 25 %) debería haber sido tratado con radioterapia y no lo fue.
Como explica el profesor de la UGR José Expósito Hernández, la radioterapia tiene un papel “definido y claro” en el tratamiento del cáncer de pulmón y, de acuerdo con la literatura científica, puede establecerse el porcentaje de pacientes que “deben” recibir radioterapia.
Los estudios desarrollados por el grupo del profesor canadiense Mackillop, con el que han trabajado los investigadores de la Universidad de Granada, estiman además la aportación neta en términos de meses de supervivencia que la radioterapia puede aportar en cada situación clínica.
Los investigadores han analizado, mediante test de regresión, las variables de las que puede depender esta diferencia entre los pacientes que deberían recibir radioterapia y los que realmente la reciben.
“Esta variación puede deberse tanto a cierto déficit en equipamiento -unidades de radioterapia y profesionales-, como a los estilos de práctica -preferencias- de los especialistas”, apunta Expósito Hernández.