La Fiscalía acusa a un total de cinco menores, cuatro de ellos bajo la tutela de la Junta de Andalucía, por su presunta implicación en la trifulca que tuvo lugar en el botellódromo de Granada el pasado jueves 31 de octubre, que acabó con cuatro heridos, entre ellos un policía local.
Según ha informado a Europa Press el fiscal de Menores Rogelio Muñoz Oya, la finalización de la investigación le ha llevado a atribuir a los cinco en su escrito de alegaciones un delito de atentado, otro de lesiones y tres faltas también de lesiones. Así, dos de ellos hacen frente a 100 horas de trabajos sociales, otros dos a 18 meses de libertad vigilada, y el quinto a otros 18 meses de tareas-socioeducativas.
Asimismo, solicita que la Junta indemnice “conjunta y solidariamente” con los infractores que residen en centros de menores dependientes de la Administración autonómica a los cuatro heridos en cantidades de entre 250 y 3.500 euros, por las lesiones y las secuelas de los heridos. El quinto menor acusado reside con sus padres, a los que el Ministerio Público pide que también afronten junto a su hijo el pago de una indemnización para las víctimas.
Según publica este lunes el diario ‘Ideal’ de Granada, que avanza la noticia, sólo uno de los cinco menores tiene un comportamiento conflictivo, aunque en los cinco casos “no existe sospecha de consumo de tóxicos”, aunque sí de ingesta de alcohol, algo que la Ley prohíbe expresamente.
La pelea, en la que presuntamente participaron otros dos adultos que también fueron arrestados y que quedaron en libertad con cargos, se desencadenó en torno a la 1,30 horas del jueves 31 de octubre, durante la fiesta de Halloween, cuando los jóvenes supuestamente comenzaron a molestar a los participantes y a arrojarles botellas, una de las cuales impactó contra un agente de Policía Local que se había desplazado al lugar de la reyerta junto a otros efectivos de Policía Nacional.
Como consecuencia, el agente tuvo que recibir puntos de sutura en la cabeza pero no tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario, como sí ocurrió con tres jóvenes que resultaron heridos de carácter leve, con cortes producidos por los cristales rotos de las botellas arrojadas.