Ogíjares: Ruta literaria para viajar por el siglo XX

Más de tres horas de itinerario, desde el cementerio hasta Loma Linda, una quincena de participantes, muchas anécdotas y cien años de historia es el balance que deja la ruta literaria por Ogíjares a través de la novela ‘La luz de la memoria’ de Matías Fernández Salmeron, organizada el pasado fin de semana por el autor, el Archivo Municipal y el Patronato de Cultura del Ayuntamiento de la localidad. A pesar de que tuvo que ser retrasada una semana por culpa de la lluvia, le espera mereció la pena y la actividad interesó tanto a mayores como pequeños.

A las once de la mañana, Manuel, el protagonista de ‘La luz de la memoria’, viajó desde las acogedoras páginas del libro hasta la puerta del Cementerio Municipal, escondido tras la voz de su creador, para contar a sus paisanos el devenir de su vida en Ogíjares, un siglo de experiencias aportadas por una treintena de mayores del municipio, que prestaron sus testimonios al escritor para la confección de la novela.

Mediante la lectura de varios pasajes de la obra a lo largo de todo el recorrido, los participantes pudieron conocer -en algunos casos- o recordar -en otros- costumbres, lugares, paisajes, fiestas y tradiciones que se recogen en ‘La luz de la memoria’, al mismo tiempo que cada ciudadano aportó sus propias vivencias, enriqueciendo aún más este viaje al siglo XX ogijareño. Así, la ruta literaria trajo a la memoria de los vecinos la clausura del cementerio al completarse las plazas y cómo se empezaron a realizar exhumaciones en los camposantos de la zona para reunir a los miembros de una familia en el mismo lugar; la celebración de los bautizos, cuando todos los vecinos aportaban algo a la fiesta, los hombres bebían vino en Plaza Alta y las mujeres, agua en casa; el funcionamiento de los secaderos de la Vega y la distribución de su uso en la provincia; la leyenda del encantado en el Cerro de San Cristóbal; o la evolución del paisaje que se aprecia desde Loma Linda. Unas historias que evocaron otras por parte de los ciudadanos, como la tradición de la quema de Judas, el desbordamiento de Barranco Hondo, o la procedencia de algunos motes y apodos.

Tal ha sido la aceptación de esta ruta costumbrista, realizada por primera vez a finales de 2011 con el club de lectura de Berja (ciudad natal de Matías Fernández Salmerón), que los organizadores de la misma están barajando nuevas alternativas para conseguir que la historia de Ogíjares siga viva en la memoria de mayores y jóvenes.

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