Delegados y delegadas de CCOO y UGT se han concentrado esta mañana con los trabajadores y trabajadoras de Bankia, en la sede central de la entidad situada en Puerta Real, coincidiendo con el paro realizado por la plantilla para protestar por el ERE salvaje que Bankia quiere aplicar, con el que pretende acabar con unos seis mil puestos de trabajo en todo el territorio español. Bajo el lema “No somos Banqueros, somos Obreros” los trabajadores anuncian además una jornada de huelga el 6 de febrero.
Como ha explicado la responsable de Comfia CCOO de Granada, Maribel Díaz, la gravedad de la situación para las plantillas de Bankia, Novagalicia, Banco de Valencia -adquirido por Caixabank-, así como para las de BMN y CEISS -cuyo futuro aún es una incógnita-, se muestra en toda su crudeza en los despidos propuestos -que pueden ser especialmente impactantes en Andalucía-, así como en las draconianas rebajas salariales planteadas para los que conserven su puesto de trabajo.
Esta terrible realidad, asegura la representante sindical, que amenaza con condenar a miles de familias a un futuro más que incierto, contrasta con la impunidad que están disfrutando muchos de los gestores de dichas entidades, responsables directos de una debacle que le está costando miles de millones de euros al ciudadano y el empleo a miles de trabajadores que no han tenido culpa de la mala gestión de sus cúpulas directivas.
Mientras la angustia ante la posible pérdida del puesto de trabajo se agudiza, crece la presión externa -cuando no la violencia directa-, contra los trabajadores del sector, a los que se les hace responsables de ciertas prácticas bancarias, diseñadas por esos mismos gestores que llevaron a la ruina a las entidades.
“Hoy son los trabajadores de Bankia, Novagalicia, Banco de Valencia, BMN y Ceiss, los que viven en la incertidumbre por sus empleos, sus sueldos y sus condiciones laborales. Mañana puede tocarnos a cualquiera de nosotros”, ha terminado Díaz (CCOO).
Para UGT, y tras la reunión celebrada el pasado lunes, 28 de enero, en la que la dirección de Bankia anunció la aplicación de facto de algunas de las propuestas de recortes, hay sobradas razones para convocar estas movilizaciones, ya que los gestores están mostrado poca fe negociadora a la hora de abordar los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE).
Desde UGT se recuerda una vez más que Bankia ha sido conducida a esta situación por sus gestores y no por sus trabajadores, y que mientras aquellos se han ido sin castigo alguno, y sin que se les exijan responsabilidades, se depurará en su plantilla en forma de despidos y recortes salariales.
Bankia, apuntan desde UGT, plantea la salida de 4.900 empleados y otros mil más de sociedades del grupo. El banco ofrece 22 días por año trabajado con un máximo de indemnización por antigüedad de 14 meses. Si no hay negociación, sólo imposición, los trabajadores seguirán con las movilizaciones. Es un dislate pagar grandes sueltos a los ejecutivos y que estén recortando en empleo y salario a los trabajadores, que no son culpables.