Afectados por los robos de bebés piden que se reabran los casos

Cerca de una veintena de personas se han concentrado hoy frente a la sede de la Fiscalía de Granada, en Plaza Nueva, para pedir la reapertura de los supuestos casos de robo de niños en esta provincia y denunciar que desde el ministerio público se hace “caso omiso” a las investigaciones que piden las familias.

Así lo han manifestado a los periodistas el presidente de la Asociación de Afectados por la desaparición de niños en democracia (ADN-D), Eduardo Raya, y la portavoz de la Asociación de Bebés Robados de Andalucía (Aberoa) en Granada, Angustias Rodríguez, quienes han anunciado que se concentrarán por este motivo el primer lunes de cada mes.

Raya, primer padre que llevó ante los tribunales el supuesto robo de su hija, nacida en un hospital de Granada en 1990, ha lamentado que la Fiscalía en Granada no esté haciendo caso a la circular de la Fiscalía General del Estado que unificó los criterios jurídicos en las causas de niños robados.

“Queremos que se reabran las casos, que se investigue a conciencia, no recibimos respuesta alguna”, ha señalado por su parte Rodríguez, quien confía en que la Fiscalía granadina no haga “oídos sordos” y no les engañe más.

La concentración se produce después de que el propio Raya presentara hace varias semanas un escrito ante la Fiscalía Provincial para que le informara del momento procesal en el que se encuentran unas actuaciones solicitadas por la Fiscalía Superior.

En el escrito que trasladó al Ministerio Público exponía que, habiendo transcurrido más de dos meses desde el pronunciamiento del fiscal andaluz, Jesús García Calderón, desconocía en qué punto se encuentran las referidas diligencias.

La Fiscalía de Granada abrió esas nuevas diligencias de investigación a raíz de un decreto de García Calderón, que ordenó que se valoraran manifestaciones de Raya sobre supuestas irregularidades que éste atribuyó el “grupo investigador” (Policía Judicial) de su caso.

Este padre mantiene que le cambiaron a su hija por un recién nacido moribundo tras su nacimiento en el Hospital Clínico de Granada en junio de 1990, y se basa en diferentes pruebas de ADN que encargó a varios laboratorios que dictaminaron que los restos que había enterrado no pertenecían a su bebé.

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