La primera mitad fue fiel reflejo de la desgracia que atraviesa el conjunto gallego. Después de comenzar mandando, pronto perdió la posesión de balón y el Granada se hizo con el control del partido, encerrando en su campo a un Depor que apenas se atrevía a buscar la contra. Aún así, al borde del descanso Riki tuvo la mejor ocasión del primer tiempo, pero su tiro con la diestra se fue rozando el palo. En la siguiente jugada, ya en el descuento, Marchena ponía por delante a los andaluces con un surrealista gol en propia.
El Depor salió bien, mejor que en los últimos partidos, dispuesto a lavar la imagen de las derrotas pasadas. Con la posesión y una buena presión sobre el Granada, los de Paciencia rondaron la portería rival en los primeros minutos. Sin embargo, poco a poco los locales fueron perdiendo mordiente y el Granada se hizo con el control del balón. Tras una gran posesión de los de Alcaraz, apunto estuvo de llegar el tanto de Aranda, quien no llegó a rematar en el área un centro de la muerte desde la banda izquierda.
Los gallegos despertaron después del susto y propusieron más sobre el césped de Riazor. De nuevo buscaron la portería rival con Riki y Pizzi como los más destacados. El ”11” local tuvo una gran ocasión plantándose delante de Toño, pero su disparo salió cruzado en exceso. A continuación, Marchena, que poco antes pudo incluso marcar el gol de la jornada en una salida en falso del meta visitante, anotó en su portería en una rocambolesca jugada. Un remate de Nolito dio en el larguero y el poste para después golpear al central deportivista y colarse en su portería (0-1).
El gol resultó dañino psicológicamente y, tras el descanso, el Depor volvió a evidenciar su bajo nivel defensivo. A los seis minutos, Ighalo puso el 0-2 tras rematar solo en el área un centro de Siqueira. Riazor se hundía y el Deportivo, a base de colgar balones, chocaba una y otra vez con el sólido planteamiento del nuevo Granada de Alcaraz.
Una vez más, Paciencia buscó solución en Valerón, pero la empresa local era harto complicada. La ventaja en el marcador mantenía muy cómodos a los andaluces pese a los tímidos intentos de un Deportivo que se quedaba sin soluciones a su falta de peligro. Riki y Pizzi lo intentaron en sendos disparos, pero Toño no estaba por la labor de regalar nada.
Pese a la mejora, en parte por la distribución del de Arguineguín, que incluso pudo marcar de cabeza en un córner, el Granada se llevó el botín no sin antes poner el tercero tras un penalti dudoso de Manuel Pablo a Ighalo que Siquiera convirtió. El lateral fue expulsado por sus protestas y Riazor agotó su paciencia. Pañolada en las gradas y gritos hacia el palco y los jugadores.
Así lo ven en:
.- El País: El Deportivo se desploma