Este lunes comenzarán los primeros trabajos en la necrópolis de Cerro Santuario desde el hallazgo de la Dama de Baza en 1971, a las que se sumarán otras en Cerro Cepero, ambas en la Zona Arqueológica de Basti. Serán labores de limpieza, acondicionamiento del terreno y protección de algunas estructuras significativas que se realizarán en el marco de un Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) que ha solicitado el Ayuntamiento de Baza y que cuentan con un presupuesto de 114.000 euros.
Durante los próximos tres meses y con la supervisión del arqueólogo Alejandro Caballero (que ha participado en otras excavaciones arqueológicas en la ciudad íbera de Basti), 60 peones agrícolas se dedicarán a realizar “unas primeras actuaciones de adecuación y conservación de los yacimientos arqueológicos para que, cuando consigamos líneas de financiación o subvención, tenerlo todo preparado para iniciar un nuevo proyecto que completará el proyecto museográfico del Centro de Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos” ha explicado el alcalde de Baza, Pedro Fernández.
El regidor ha adelantado, además, que el Ayuntamiento ha preparado otras iniciativas de intervención en los yacimientos que están a la espera de recibir el visto bueno. Así ocurre con el taller de empleo Arqueobasti que daría continuidad a este PFEA y una actuación más completa para hacerlos visitables y que precisaría una inversión superior a los 250.000 euros, para la que se ha pedido financiación al Grupo de Desarrollo Rural del Altiplano.
El arqueólogo Alejandro Caballero ha precisado que en Cerro Santuario se realizará el tamizado (cribado) de las terreras acumuladas por las excavaciones de Francisco Presedo entre 1968 y 1971, mediante la extracción manual para evitar posibles alteraciones de los materiales a recuperar y de la propia topografía original del yacimiento. Ello se completará con la elaboración de una topografía precisa y reestudio de las estructuras documentadas por Presedo, con el fin de la correcta identificación de cada una de las estructuras funerarias recuperadas, para su posterior puesta en valor y visita.
En Cerro Cepero se limpiará manualmente la vegetación que ha crecido desde la última excavación arqueológica y se tratará con herbicidas toda la zona de trabajo, además de retirar la tierra acumulada hasta llegar a los niveles originales de excavación de la última campaña de actuación en el yacimiento.
Ello se completará con la recogida y clasificación de material disgregado de origen arqueológico y la consolidación mediante morteros de reposición, resinas, consolidantes y otros métodos al uso, según las características de cada área de trabajo, especialmente de las estructuras de muros y niveles de suelos de ocupación recuperados.
Tanto en la necrópolis como en Cerro Cepero se adoptarán medidas de protección y vallado para proteger las zonas de interés y dejarlas consolidadas para futuros procesos de excavación.