A pesar de tratarse de uno de los años más duros de la crisis, los resultados de la Caja Rural durante 2012, pueden considerarse como muy positivos. La entidad financiera granadina ha cubierto en un solo ejercicio el 100 % de los saneamientos exigidos por el Banco de España, lo que supone la friolera de 206 millones de euros. Este esfuerzo ha llevado a la Rural a dar un resultado contable negativo de 68 millones de euros.
De no haber cubierto la totalidad de las previsiones exigidas por el gobierno, la Caja Rural, habría obtenido unos beneficios netos de más de 43 millones de euros, lo que convierte el ejercicio de 2012, en uno de los mejores de los últimos años, incrementando su cuota de mercado en la provincia en dos puntos, pasando del 21,9 obtenido en 2011 al 23,8 del año pasado.
La caja granadina mantiene su solvencia en uno de los niveles más elevados del sector con un 11%, llevando sus recursos propios a los 471 millones y habiendo conseguido un crecimiento en su margen financiero de más del 50%. Una situación que permite a la entidad ahorrista granadina mantener su plantilla de 847 empleados y no cerrar ni una de sus casi 200 sucursales.
La Rural redujo en 2012 sus costes de explotación en un 4,2%, con una de las mejores ratios de eficiencia del sector, por encima del 40%. Igualmente
Todos los anteriores parámetros han llevado a la Caja Rural a obtener durante 2012 un margen de explotación superior a los 104 millones, el mayor obtenido en su historia y 2,6 veces mayor del cosechado en 2011.
A pesar de la dureza de la crisis la Caja Rural apenas ha visto reducirse la inversión crediticia que tan solo ha caído en un 1,8%, sin que se haya disparado su tasa de morosidad que no llega al 10 % y se sitúa dos puntos por debajo de la media del sector, manteniéndose estable la cifra de recursos gestionados de clientes que casi alcanzan los 3400 millones de euros.