El escritor Luis García Montero ha afirmado hoy que, en épocas de crisis, el intelectual no debe creer que posee la verdad “pero tampoco ha de estar dispuesto a negociar con la mentira”, y “debe sentir vergüenza ante la corrupción, la hipocresía, la falta de explicaciones públicas y el silencio”.
“Si el intelectual siente vergüenza, se acerca a lo que siente buena parte de los españoles porque, si son tristes muchas de las cosas que suceden, mucho más lo es cómo se gestionan esos sucesos a través de silencios, de mentiras e hipocresías”, ha asegurado el poeta granadino.
García Montero habló del compromiso del intelectual en la conferencia inaugural del simposio internacional que hoy y mañana se celebra en Granada en torno a la revista “Realidad”, fundada por el escritor Francisco Ayala en Buenos Aires en 1947 tras la Segunda Guerra Mundial y en medio de una de las crisis más duras que ha conocido el mundo.
Esa revista fue un verdadero “taller de ideas” y un ejemplo de colaboración entre escritores de varios países. En ella participaron intelectuales tan importantes como Jorge Luis Borges, T.S. Eliot, Sartre, Martin Heidegger o Bertrand Rusell, así como, entre otros, los españoles Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas y José María Ferrater Mora.
Tanto en su intervención inicial como en un encuentro posterior con la prensa, en el que también participó Carolyn Richmond, viuda de Ayala, uno de los intelectuales más lúcidos del siglo XX, García Montero defendió la necesidad de que el intelectual no se quede en un plano teórico sino que intervenga en la realidad.
Y, hoy, “si quiere ser representante de la parte más preocupada de la sociedad, su primera labor es sentir vergüenza”, insistió el autor de “Vista cansada”, que fue comisario en 2006 del centenario de Ayala.
Pero tampoco el intelectual debe limitarse a eso. Tiene que “ser firme a la hora de participar en la opinión pública y de construir una opinión que vigile la mentira”.
Eso no significa creer que se posee “la verdad absoluta”. Existen diversas interpretaciones y, por tanto, “es más importante el diálogo que el dogma. Pero todas las interpretaciones son justificables cuando no negocian con la mentira”, dijo García Montero.
Estos días, prosiguió el poeta, “estamos viendo cómo se participa alegremente en la mentira”, y eso ha quedado patente, en su opinión, en los debates sobre el estado de la nación y “en muchas de las justificaciones que se están dando a sucesos inadmisibles para una democracia”.
La revista “Realidad”, uno de “los proyectos más importantes de Francisco Ayala”, como subrayó su viuda, se publicó entre 1947 y 1949 en Buenos Aires, impulsada por dos españoles exiliados: Ayala y el pedagogo Lorenzo Luzuriaga y por el filósofo argentino Francisco Romero.
Es oportuna la revisión de la revista porque muchos de los temas que se plantearon entonces siguen preocupando ahora, entre ellos la necesidad de defender la democracia, “cómo huir de los peligros del totalitarismo, de qué manera impedir que la deriva mercantilista de la democracia acabe sometiendo las instituciones al dinero y no a la soberanía de los ciudadanos, las consecuencias de la globalización o los peligros de las identidades cerradas”, subrayó García Montero, autor del prólogo de la edición facsímil de esta revista que se hizo en 2007.
La importancia de la prensa para una sociedad democrática y “la gravedad que tiene para la democracia la pérdida de libertad por parte de los periodistas” estaban en la revista “Realidad” y son cuestiones vigentes ahora.
Los males de la prensa suelen reflejar los de la sociedad, y en la situación actual “los periodistas no solo pueden perder su empleo sino su oficio”. Cuando la prensa “se somete a los intereses de los políticos o de los poderes financieros”, el periodista se limita a “ser portavoz” de unos y otros, señaló este poeta, catedrático de la Universidad de Granada.
En presencia de Rafael Juárez, director de la Fundación Ayala, García Montero alabó también la labor que hace esta institución como espacio de conocimiento y de diálogo, algo “importante” en tiempos como los actuales en los que “vivimos muy malos momentos para la cultura”.
“Decía Camus que el camino más directo para la servidumbre es la degradación cultural, y en estos momentos la degradación que se está dando de la cultura, con la justificación de la crisis económica, me parece muy peligrosa”, añadió el poeta granadino.
“Degradar la cultura es tan grave como degradar la sanidad o como degradar cualquier otro servicio”, dejó claro García Montero, quien está convencido también de que “se equivocan” quienes no le dan importancia a la cultura: “las dificultades por las que están pasando los ámbitos culturales son realmente graves”.
En el simposio, organizado por la Fundación Francisco Ayala, intervienen también esta tarde el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, y el escritor Jordi Gracia.
Ana Mendona. Agencia EFE