La Empresa Municipal de Aguas Emasagra mantiene su pretensión de vender su sede de la calle Molinos por unos seis millones de euros para financiar el nuevo edificio al que se trasladará en la carretera de Jaén y cuyo proyecto ya está siendo redactado mientras llega un comprador.
Fuentes de Emasagra han informado a Europa Press de que “diversas empresas y entidades” se han interesado por el edificio del barrio del Realejo, pero actualmente no se ha formalizado ninguna oferta, por lo que se ha optado por agilizar los trámites urbanísticos previos a la construcción en “perfecta sintonía con el Ayuntamiento de Granada”.
El aumento de la plantilla derivado de la necesidad de atender a usuarios del área metropolitana y el difícil acceso a la sede para clientes y empleados, llevaron a la entidad a buscar esta nueva ubicación en unos terrenos situados frente al Parque de Bomberos Norte, los cuales fueron facilitados por la Gerencia de Urbanismo.
El diseño del nuevo edificio, que tendrá varias plantas y un estilo modernista al imitar su estructura a una cascada, se escogió a través de un concurso de ideas al que se presentaron 17 trabajos y que ganó el titulado ‘Domus Aquae’, obra del arquitecto granadino Luis Gonzalo Arias Recalde.
La propuesta prevé una superficie construida de casi seis mil metros cuadrados, con dos plantas bajo rasante para aparcamiento, que incluirán un aljibe que aprovechará el agua de lluvia para riego de jardines.
La pretensión inicial era que las obras comenzaran en 2009, ante la posibilidad de que una cadena hotelera adquiriera el inmueble, pero la propuesta finalmente no se materializó y la empresa municipal de aguas mantiene “abierto” este tema “a la espera de nuevas ofertas”.
Desde el grupo municipal de IU se han mostrado en contra de que la sede de la calle Molino sea vendida, al tratarse de un “bien público” que en su día fue tasado en diez millones de euros y “ahora se quiere convertir en un hotel privado para financiar una sede de cinco millones de euros”.
Para el portavoz del grupo de IU, Francisco Puentedura, “la ciudadanía pierde” con esta medida, toda vez que se resta patrimonio público a la ciudad para “viviendas de lujo en vez de hacer equipamientos públicos que son muy necesarios para los vecinos del Realejo”, ha añadido el edil en declaraciones a Europa Press.
A su juicio, se puede hacer una nueva sede para atender a los usuarios que vienen del área metropolitana pero “más modesta, funcional y sin perder el edificio de la calle Molinos”.
Puentedura apuesta por que se financie con los beneficios anuales de Emasagra, que, según sus datos, han llegado a alcanzar los cinco millones de euros entre 2005 y 2007 y “en los peores años de la crisis, como 2010 y 2011, nunca han bajado de los tres millones”.
“La empresa puede hacer esta inversión sin poner en peligro su estabilidad. Lo único que esconde el proyecto de esta nueva sede es el interés privado de unos pocos promotores que quieren especular y un alcalde que en vez de defender el interés de la ciudad defiende al socio privado de la empresa”.
Una respuesta a Emasagra mantiene a la venta el edificio de la calle Molinos y ya redacta el proyecto de la nueva sede