Nació en Otura en 1925. Ingresó en el Seminario en el año 38 y en 1949, se ordena Sacerdote. Llegó a Alhendín en septiembre de 1960, donde estuvo 26 años como párroco. Hoy, vive en el pueblo y en él espera vivir el resto de sus días.
Don José Amador Ros ha aprovechado su tiempo libre para sacar a la luz el material que recopiló durante su estancia en la Parroquia de Alhendín y completarlo con datos “sacados de mis preguntas a unos y a otros y mis consultas a través de Internet”, señala. Su libro “La presencia de la Parroquia en la Historia de Alhendín”, presentado el Día de Andalucía en el Salón de Plenos del Ayuntamiento ante un buen número de vecinos, contiene una parte histórica y cultural y una parte humana cargada de recuerdos y anécdotas.
Según reconoce el propio autor, “en el libro se refleja el contacto, la fusión que yo mantuve durante años con los vecinos, tanto con los chicos, como con los grandes como con los del medio”, asegura. En él aparecen fotografías de tres décadas y tanto de los grupos de catequesis, como de los de jóvenes y matrimonios o de los viajes por España y fuera de ella que durante años se hicieron.
“San Juan de Letrán, ayer y hoy”, “La fe de María”, “Las fuentes de la Gracia” y otros manuscritos no publicados sobre homilías y teatro, entre otros, forman parte de la actividad literaria de este sacerdote que guarda “un cariño muy grande a Alhendín, porque aquí me sentí muy querido y cercano al pueblo, como en familia. Por eso, me llena de orgullo y satisfacción reencontrarme con muchos de esos vecinos con los que compartí esas experiencias tan bonitas”.
“La presencia de la Parroquia en la Historia de Alhendín”, de venta en la Librería Nife, es un libro “ágil y preparado para la gente que quiere Alhendín, pues está escrito con mucho cariño”, afirmó Manuel Fernández, uno de los encargados de presentar la obra. “Además de algo de historia sobre el pueblo, se explica con detalle cada una de las piezas que hay en la parroquia, así como un capítulo destinado a la patrona. También se escribe sobre procesiones y otros actos religiosos, ermitas y de los tres cementerios que han existido en el municipio”, añadió Fernández.
La concejal de Cultura Rosa Mª Moya, recordó “los vales que D. José entregaba como premio a asistir al catecismo y que eran canjeables por regalos”, entre otras muchas anécdotas.
Pero, si en el trabajo de escribir el libro hay un secreto ése es Internet. “Ahora, domino por completo el escribir en un ordenador y hacer consultas a través de la Red, y eso, me ha abierto mucho camino a la hora de localizar autorías, fechas, etc”, subrayó el autor.