El director General de Caja Rural de Granada, Dimas Rodríguez, ha hecho entrega hoy al presidente de Cáritas, José Martínez, de Cruz Roja, Francisco Escribano, de Proyecto Hombre, Manuel Mingorance y de Banco de Alimentos, Antonio López-Barajas, de la recaudación obtenida tras la subasta de parte de los fondos artísticos de Caja Rural.
En esta puja solidaria celebrada el pasado 7 de febrero en el auditorio de Servicios Centrales de Caja Rural se vendió el 60% de los cuadros ofertados, lo que supuso un ingreso de 12.011 €. Fundación Caja Rural ha redondeado esta cifra hasta alcanzar los 14.000 € que ahora se repartirán entre las cuatro asociaciones. De esta manera, cada una de ellas recibirá un donativo de 3.500 €.
Caja Rural agradeció entonces la colaboración de los granadinos en este acto benéfico con el que atendía el llamamiento de socorro de las cuatro ONGs. La Entidad no podía quedar impasible ante la crítica situación que atraviesan los sectores más vulnerables de nuestra sociedad y organizó a través de su Fundación una original manera de conseguir más ingresos para sus causas. Este donativo se suma a la ayuda habitual que tanto Caja Rural como su Fundación vienen prestando desde hace años a las delegaciones granadinas de Cruz Roja, Proyecto Hombre, Banco de Alimentos y Cáritas a través de donaciones, subvencionando actividades o proyectos y cediendo sus instalaciones para la celebración de galas solidarias.
En total se subastaron 70 cuadros, obras originales y grabados, de autores tan reconocidos como Miguel Rodríguez-Acosta, María Dolores Montijano, Jesús Conde, María Teresa Martín Vivaldi, Jesús Soler o Fernando González. Precisamente, fue una acuarela de este último la que consiguió la puja más elevada con respecto a su precio de salida. La pieza de pequeño formato que recrea un paisaje de Güejar Sierra se ofertó por 600 € y se vendió por 1.100 €.
Como era previsible la puja estuvo bastante reñida en las obras de firmas más reconocidas, aunque en líneas generales las elecciones fueron bastante variadas. Se dio la circunstancia de que algunos compradores pudieron llevarse a casa todos los cuadros por los que habían presentado oferta. Los nuevos propietarios se mostraron bastante satisfechos del resultado porque declararon que había sido una fantástica oportunidad para adquirir arte y contribuir al mismo tiempo a un fin solidario.
Los fondos permanecieron expuestos al público en la Sala de Servicios Centrales de Caja Rural desde el 17 de enero hasta el 7 de febrero. Los interesados realizaron durante ese tiempo sus ofertas a sobre cerrado. Este sistema generó algunas sorpresas entre los asistentes a la subasta que vieron como otras personas adquirían el cuadro por el que habían pujado por tan sólo un euro más.